Bien podría decirse que esto es una «barajita repetida» para Deolis Guerra. Su situación actual con los Atléticos y el camino que va tomando la misma, es algo que ya vivió el derecho en sus primeros años en la gran carpa.
Guerra, quien se graduó de ligamayorista con los Piratas en 2015, dejó atrás sus resultados negativos en ese turbulento año de estreno, para enderezar el rumbo de su carrera con los Angelinos al año siguiente. Pero como todo en esta vida, en especial cuando vienes sin una sólida carta de presentación, se trató de un proceso que evolucionó paso a paso.
Las primeras actuaciones del relevista con los serafines llegaron en situaciones de muy baja presión, como cuando el conjunto estaba ganando por varias carreras de diferencia o perdiendo por un amplio margen. A medida que pasaban las semanas, la confianza de Mike Scioscia, timonel del club californiano en ese entonces, fue creciendo y creciendo, al punto de que para mediados de esa contienda, el venezolano ya se había establecido como una de las cartas principales del bullpen del capataz.
El diestro finalizó esa zafra con una buena efectividad de 3.21 y un WHIP de 1.10 en 53 entradas y un tercio de labor para Los Ángeles, acreditándose además cinco «holds».
La rueda parece volver a girar en esa dirección:
Hoy en día, cinco años después de aquella temporada, Guerra, ahora con 32 años de edad, se encuentra en una posición muy similar con los A’s, divisa que lo enfrentó en varias ocasiones durante sus dos campañas con los Angelinos.
Luego de un pálido desempeño en el recortado torneo anterior con los Filis, dejando una efectividad de 8.59 en 7.1 innings sobre el morrito, Guerra tenía mucho por demostrar en el campamento primaveral de Oakland, tropa con la que firmó un acuerdo de ligas menores con invitación al spring training del equipo grande.
Una vez finalizada la pretemporada, el criollo no figuró en el roster de 26 peloteros del club, por lo que se le fue concedida su liberación; sin embargo, tan solo unas horas después, Guerra llegó a un nuevo acuerdo con los Atléticos para iniciar el campeonato en el complejo alterno de la novena.
Tras varias lesiones tempraneras de brazos como A.J. Puk, Reymin Guduan y Burch Smith, el alto mando de los «Elefantes Blancos» decidió llamar a las mayores al derecho criollo el pasado 8 de abril.
Al igual que ocurrió con los Angelinos hace un lustro, Guerra ha sido utilizado principalmente en desafíos con marcadores abultados, pero así como lo consiguió con Scioscia, el serpentinero está metiéndose en el bolsillo a Bob Melvin, mánager de los A’s, aparición por aparición.
En sus primeras 11 salidas de la presente campaña, Guerra registró una efectividad de 2.65, con un WHIP de 0.88 y 18 ponches en 17 episodios de labor.
El jueves, el espigado escopetero trabajó tres entradas en blanco frente a los Medias Rojas, luego de relevar al iniciador Sean Mananea, quien recibió castigo en sus dos actos de trabajo en Fenway Park.
«Guerra nos ha salvado en muchas oportunidades«, le dijo Melvin a MLB.com tras dicho compromiso. «Ha sido muy efectivo para nosotros. No necesariamente tengo pensado usarlo en juegos en los que vayamos perdiendo», añadió.
Recientemente, el mismo mandamás de los A’s señaló que estaba en búsqueda de otros brazos que pudieran ayudar a su típico tridente de la parte final de los juegos, que está conformado por el también criollo Yusmeiro Petit y los taponeros Lou Trivino y Jake Diekman. Si bien el derecho Smith ha emergido como el principal candidato a sumarse a ese grupo de lanzadores para situaciones de alta presión, Guerra tampoco está muy lejos de hacerlo.
El rendimiento del veterano de seis campañas en el máximo escenario no ha sido cuestión de suerte, tal como lo demuestra su buena ubicación en percentiles como el porcentaje de contacto sólido (91), xwOBA (96), xERA (96), xBA (95), xSLG (89) y movimiento de su recta (78).
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.