El Novato del Año tiene un pitcheo imposible de batear

Por primera vez en la historia de las Grandes Ligas, amplia y rica en peloteros talentosos, tiene un Novato del Año en un rol subestimado. Devin Williams, relevista que normalmente se sube al montículo entre el séptimo y el octavo episodio, fue el mejor debutante de la última temporada. ¿Cómo lo consiguió? Gracias a un pitcheo en específico: el cambio de velocidad.

Williams, quien deambuló por las categorías inferiores de los Milwaukee Brewers sin mayor éxito, desarrolló un envío que roza la perfección. El movimiento, comando y las variaciones de la rapidez provocan que sea prácticamente imposible de golpear la contundencia. No es una mera perfección, es la lectura de las frías estadísticas.

El derecho de 25 años de edad arrojó al plato 227 cambios de velocidad durante la temporada de 2020. De todos esos envíos, los bateadores rivales apenas conectaron dos inatrapables, ambos sencillos que no se convirtieron en anotaciones. Fueron indiscutibles inofensivos.

Con más estadísticas, llega más asombro. Devin Williams ponchó a 41 de los 53 toleteros en 2020 con su cambio de velocidad. Por eso, dentro de los Brewers bautizaron al lanzamiento como “Maestro Aire”, porque es lo único que aspira a golpear el bateador cuando se dirige al plato.

“Tomó mucha práctica”, dijo Williams a MLB. “Era algo con lo que jugaba cuando era niño para jugar con mis amigos cuando estábamos jugando en el vecindario. … Me subí al montículo y lo tiré un día, y funcionó «.

El curioso caso de Devin Williams

La historia de Devin Williams no es la acostumbrada de los peloteros premiados de las Grandes Ligas. No fue un prospecto cotizado, ni un nombre que engalanó las listas de las mejores promesas del beisbol. Fue un lanzador que llegó, no rindió, sin embargo, encontró el camino para ser efectivo.

Los Brewers lo seleccionaron en el puesto 54 del Draft de MLB en 2013. Durante su paso por las ligas menores dejó efectividad de 3.73, números que no sorprendieron a nadie. Una operación Tommy John en 2017 le hicieron temer lo peor.

“Honestamente, nunca pensé que iba a estar en esta posición. Es solo una culminación de todo el t trabajo que hice los últimos años. Se siente bien ser reconocido”, comentó el serpentinero tras ser nombrado el mejor debutante.

Williams, que ya había sido nombrado relevista del año Trevor Hoffman de la Liga Nacional, fue difícil de batear, pero fácil de elegir como el ganador del Novato del Año. Con 14 votos de primer lugar y 95 puntos de voto total, venció a Alec Bohm (nueve votos de primer lugar) y a Jake Cronenworth (seis votos de primer lugar), quienes empataron en el segundo lugar con 74 puntos cada uno.

Pero no deja de ser un caso curioso. Las Grandes Ligas no tenían un Novato del Año relevista desde 2011, cuando Craig Kimbrel obtuvo el premio. Además, es el primer ganador desde Scott Williamsson en 1999 que, sin ser cerrador, se quedó el Novato del Año.

De hecho, Devin Williams es el primer lanzador que recibe este galardón sin realizar una apertura ni conseguir un salvado. Sin embargo, sus números explican el por qué lo ganó. Con 4 victorias, una derrota y una efectividad de 0.33, era poco debatible. Durante 27 innings trabajados, solo concedió una carrera, producto de un cuadrangular.

Parece mentira que un premio tan importante sea la consecuencia de un solo pitcheo. Pero en este caso, hay pruebas de sobra para pensarlo.

Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33

Foto: Brewers Milwaukee

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