Pocos jugadores en las Grandes Ligas terminan “casados†con una organización en lo extenso de su carrera profesional como lo hizo el venezolano Eduardo Pérez con los Bravos de Atlanta.
El ex receptor firmó al profesional con el elenco georgiano en 1986, cuando contaba con 18 años de edad. Ahora, 34 años después, aún se mantiene trabajando para el equipo, aunque por razones obvias, cumpliendo otras funciones.
Este hecho, tiene a Eduardo Pérez más que contento. Tanto, que aspira a desplazar al actual manager Brian Snitker, como la persona con mayor tiempo dentro de la franquicia. Snitker cuenta con 46 años como empleado de los Bravos.
“Yo espero poder sobrepasarlo a él (a Snitker). Aunque Dios quiera y él pueda estar muchos años más con nosotros, pero mi meta es tumbarle el récord algún dÃaâ€, contó con una ligera risa Pérez, a través del nuevo podcast que tiene el equipo en el sitio web de la MLB en español.
Eduardo Pérez alcanzó la estabilidad
El camino de Pérez hacÃa la gran carpa fue difÃcil. A tal punto, que su ascenso a Las Mayores se produjo de manera tardÃa después de largas 8 temporadas y medias por el sistema de Ligas Menores, lidiando con todo lo que eso significa.
El zuliano debutó con la franquicia de Atlanta en 1995 y se convirtió en uno de los receptores predilectos del mandamás Bobby Cox, a pesar de que nunca se ancló como titular de la posición, esta última condición a causa de que su ofensiva nunca fue considerada su fuerte.
Por el contrario, sus cualidades defensivas fueron las que le abrieron paso para establecerse como un grandeliga; e incluso, llegar a ser el cátcher favorito de lanzadores estelares como Greg Maddux, John Smoltz y el propio Tom Glavine.
“Nunca perdà las esperanzas, nuca perdà mi sueño, con todo y que en las menores tampoco fui titular. Siempre tuve a un prospecto en competencia, a veces yo era el respaldo de ese jugador y asÃ. Siempre me mantuve luchando, haciendo los que ellos (organización) querÃa que hiciera. Fue bastante difÃcil porque no siempre se ve a alguien por ocho años en las granjas con un mismo equipo. Yo duré ocho y medio. A pesar de todo eso llegué y ese es el mensaje que trato de trasmitir hoy en dÃa como coachâ€, dijo el oriundo de Ciudad Ojeda.
Un trÃo a todo dar
La llegada de Eduardo Pérez coincidió con la etapa dorada de los Bravos, que bajo el mando de Cox, ganaron hasta 14 temporadas el banderÃn de la División Este de la Liga Nacional.
El plantel estaba conformado por una serie de elementos de importancia, en el que sobresalÃan los nombres de Maddux, Smoltz y Glavine, quienes formaron un trÃo letal en la rotación; de tal manera, que entre las campañas de 19951998 cada uno ganó un premio Cy Young, siempre figuraron entre los favoritos al galardón y no en vano ahora pertenecen al Salón de la Templo de los Inmortales de la MLB.
Con respecto a estos grandes serpentineros y sus rendimientos, Pérez se lo adjudicó también al trabajo mancomunado que realizaron él y su compadre, el puertorriqueño Javy López, quien era el titular para entonces.
“Hay gente que se le olvida que fuimos dos latinos los que le recibiamos con esos tres caballos: Javy y yo. De eso muy poco se habla, pero nosotros nos sentimos muy orgullosos de que hicimos algo para que ellos hayan llegado al Salón de la Famaâ€, dijo Pérez, al tiempo que reconoció que la labor de guiar a estos tres tiradores no fue una tarea tan fácil, como muchos imaginan.
“Fue difÃcil, porque ellos eran muy diferentes en todos los sentidos. Empezando desde la forma en la que lanzaban, como se movÃan sus envÃos. Allà la comunicación jugó un papel muy importante, porque gracias a ella podÃamos saber qué era lo que querÃan que uno hicieraâ€, confesó el otora jugador, que ahora funge como coach de bullpen.
Redacción Sports Venezuela
Foto: Bravos de Atlanta