Por momentos durante el mes pasado, Eugenio Suárez dio pequeñas señales de que las cosas podían estar cerca de tomar su rumbo habitual. Desafortunadamente para el criollo, su ligera mejoría en el cajón de bateo tuvo como destino final otra caída hasta el fondo de su terrorífico «slump».
Suárez, que llegó a tener un OPS de .912 puntos en la semana del 10 al 17 de mayo y uno de .921 entre el 25 y 31 del mismo mes, finalizó de 3-0 con el madero este jueves y ahora suma apenas cuatro incogibles en sus últimos 44 turnos, para un promedio de .159 en ese lapso.
Dicho average es casi idéntico a la cifra de .160 que registra el venezolano tras sus 59 encuentros iniciales de la presente contienda, además de un OPS de .604.
La buena noticia para el oriundo de Puerto Ordaz es que ha logrado mantenerse como un toletero con cierto grado de productividad para los Rojos, gracias a sus cuadrangulares y empujadas. Pese a la poca cantidad de indiscutibles en general, Suárez registraba 13 bambinazos y 30 fletadas antes de la jornada del viernes, por lo que proyectaba finalizar el año con 35 y 81 en cada renglón, respectivamente.
Sin embargo, luego de tres sólidas campañas entre 2017 y 2019, período en el que el slugger consiguió su primera y única invitación al Juego de Estrellas hasta ahora, había esperanzas de que sus bajos registros en la recortada contienda anterior estuvieran ligados a la interrumpida preparación que tuvo cada pelotero debido a la pandemia, así como también a una cirugía en el hombro derecho a la cual fue sometido en enero de 2020.
¿Mudarse salió muy caro?
Después de establecerse como antesalista en las mayores en 2016, su segunda zafra en Cincinnati, es posible que el rendimiento ofensivo de Suárez tampoco se beneficiara este año con su mudanza al campocorto, uno de los puestos defensivos más exigentes del beisbol.
Entre los jugadores que han disputado cuando menos 20 entradas en las praderas cortas esta temporada en las Grandes Ligas, el criollo marca la peor cifra en el departamento de carreras salvadas a la defensiva (-7) y está entre los seis peores – de un grupo conformado por 73 peloteros – en UZR (-2.1).
Gran parte de la esperanzas de los Rojos de pelear por un cupo a la postemporada, dentro de una división central de la Liga Nacional que no tiene un claro favorito, se basaban en una zafra de reivindicación de Suárez, que empujó 207 carreras para ellos en 302 duelos entre 2018 y 2019.
En su lugar, la tropa que comanda David Bell ha recibido el desempeño más pobre de Suárez desde su arribo a la divisa proveniente de los Tigres en 2015, una de las razones por las que sostenían balance negativo de 29-31, con un diferencial de carreras de -27 y estaban a cinco juegos de distancia del primer lugar tras la faena del jueves.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.