El comienzo de la presente campaña ha sido más de lo mismo con Germán Márquez. El venezolano, con uno de los brazos más potentes de la Liga Nacional, ha dejado en evidencia por momentos su capacidad de dominio absoluto sobre la lomita, pero también una gran vulnerabilidad que le ha impedido terminar de establecerse como uno de los pitchers más efectivos del beisbol.
Este domingo, en su tercera salida del actual torneo, el derecho se recuperó tras un arranque turbulento para poder llegar hasta el sexto episodio, cuando el tren se volvió a salir de su carril. Márquez se vio forzado a realizar 36 lanzamientos en el primer capítulo ante los Gigantes, permitiendo un par de carreras, incluyendo un cuadrangular solitario de Alex Dickerson.
Luego de que Evan Longoria sacudiera un sencillo impulsor de una rayita más para los californianos, el criollo consiguió ponerle punto final a la entrada y trabajó con eficacia durante las siguientes cuatro, registrando un total de siete ponches en total, su cifra más elevada en una misma apertura en lo que va de esta zafra.
Sin embargo, los problemas volvieron en el sexto episodio, cuando el dirigente Bud Black tuvo que llamar a su bullpen para evitar daños mayores, pues Márquez le otorgó boletos a cada uno de los últimos dos toleteros que enfrentó.
Primeras semanas de montaña rusa:
En su presentación inicial del año, durante la jornada inaugural ante los Dodgers, el oriundo de San Félix solo permitió una rayita, pero regaló seis pasaportes, lo que comprometió su cantidad de pitcheos y lo obligó a salir del desafío tras apenas cuatro actos.
Mientras tanto, en su segunda asignación de la temporada, Márquez completó los seis innings de labor y logró disminuir a dos su número de pasaportes, pero cerró con tres carreras a su nombre.
«Batallaron con mis pitcheos (en el primer inning)», le dijo Márquez a MLB.com sobre su salida dominical ante San Francisco. «Hubo muchos fouls y tuvieron la oportunidad de anotar esas carreras. Después de eso, el resto del camino estuvo bien».
El venezolano, que también toleró un bambinazo solitario de Brandon Belt en el sexto, aseguró que la versión que mostró entre la segunda entrada y la quinta es la que intentará normalizar. Después del jonrón de Longoria, Márquez retiró a nueve de sus siguientes 11 bateadores, cinco de ellos por la vía del ponche.
«Siento que en cada apertura he tenido uno o dos pitcheos que han terminado lastimándome. Esos van a convertirse en outs y las blanqueadas van a llegar«, añadió.
De cualquier forma, el desempeño del serpentinero fue, una vez más, lo suficientemente bueno como para mantener a los Rockies en la batalla; no obstante, la ofensiva del club volvió a decepcionar, tal como lo ha hecho con frecuencia en estas primeras de cambio.
Colorado, que había caído en seis de sus últimos ocho juegos hasta el domingo, ha mantenido su mal inicio a pesar de que los brazos de su rotación tenían una efectividad de 2.36, con 35 ponches y 27 hits permitidos en 45 innings y dos tercios de labor tras la actuación reciente de su «as».
«Estamos en búsqueda constante de aperturas de calidad, pero hemos tenido problemas para batear. Vamos a conseguir la formula muy pronto«, cerró Márquez.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Rockies.