Para Jesús Aguilar, sus siete años de carrera en las mayores han estado repletos de subidas y bajadas. De acción muy limitada en sus primeras tres contiendas con los Indios, a ser invitado al Juego de Estrellas como miembro de los Cerveceros, divisa que lo vio decaer poco después y lo dejó ir a Florida. En Tampa las cosas mejoraron un poco, pero fue en Miami donde revivió como toletero.
Aguilar, de 30 años de edad, viene de una sólida campaña con los Marlins en 2020, dejando una línea ofensiva de .277/.352/.457, con ocho jonrones, 34 remolcadas y un OPS de .809 en 51 desafíos disputados. El slugger sacudió 52 hits, 10 de ellos dobles, anotó 31 rayitas y marcó 120 en el renglón de OPS+.
Dicha cantidad de incogibles fue la mayor entre los paleadores del dirigente Don Mattingly y sus cohetes de dos bases lo hicieron colíder en el club junto con su compatriota Miguel Rojas. Sus cuadrangulares rankearon como la segunda cifra más elevada de la novena, así como también sus empujadas y OPS.
Defensivamente, el maracayero se posicionó como un inicialista promedio en sus 261 entradas en dicha posición, en las que marcó “0” en el departamento de carreras salvadas a la defensiva y “-1” en outs sobre el average.
Impacto sonoro en octubre:
Por segunda oportunidad en su carrera, Aguilar figuró en la postemporada durante la recortada campaña anterior. A pesar de que sus promedios fueron bajos en las dos rondas que disputaron los peces, el criollo se vistió de héroe en el primer juego de la Serie Comodín ante los Cachorros, al conectar un doble y un vuelacercas de dos anotaciones para extender el liderato de su divisa en el séptimo capítulo.
Pero lo más interesante sobre Aguilar rumbo a la venidera campaña será evaluar cuánto ha mejorado en el cajón de bateo en comparación al año pasado, pues el venezolano ha hecho un hábito de progresar como bateador en cada una de sus últimas zafras en la gran carpa, dejando evidencia clara de ello en sus números.
Aguilar ha elevado su porcentaje de contacto en cada temporada desde 2017, cuando marcó 66.7% en dicho renglón. Al año siguiente, su temporada de All-Star, el tanto por ciento fue de 71.3%, mientras que en 2019 quedó en 73.9%. En la más reciente contienda, el corpulento primera base registró 77.7% en el departamento.
Por si fuera poco, el promedio de velocidad de salida de sus batazos el año pasado fue de 89.3 millas por hora y sonó una buena cantidad de líneas, como lo demuestra su porcentaje de 33.6%.
La frecuencia con la que ha venido haciendo contacto y la contundencia de sus batazos han estado acompañados de menos swings fallidos y ponches. Aguilar mejoró su porcentaje de “whiff” de 33.3% en 2017 a 28.7% en 2018 y a 26.0% en 2019. Por su parte, en 2020 falló en menos ocasiones aún con 22.3%.
Asimismo, su porcentaje de ponches también ha progresado desde hace cuatro temporadas atrás, cuando registró 30.2% en ese renglón. En la campaña siguiente lo disminuyó a 25.3%, para luego llevarlo a 22.0% y cerrar en 18.5% en 2020.
El Aguilar de hace un par de años con los Rays se hubiese visto seriamente afectado con la desaparición del bateador designado, y aún cuando la aparente prohibición del mismo en la Liga Nacional para este año no es lo ideal para un jugador de sus características, la amenaza ofensiva que fue el paleador criollo en la zafra pasada lo tiene encaminado a servir como el inicialista regular de los Marlins en el venidero campeonato.
Es posible que el poderoso slugger deba compartir la posición en ocasiones con Garrett Cooper, pero en caso de que sus batazos continúen generando daño a los rivales con frecuencia, Mattingly podría optar por darle tiempo de juego a Cooper en los jardines de los lados en lugar de la primera base.
Buen inicio primaveral:
Con un bambinazo productor de las dos carreras que necesitaron los Marlins para derrotar a los Mets este lunes, el venezolano dio un nuevo golpe sobre la mesa para ratificar su estatus como un jugador de todos los días.
Y si los Marlins planean volver a la postemporada este año, indudablemente necesitarán a un Aguilar que produzca tanto o más como el de 2020.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Getty Images.