El mejor regalo que podía recibir Martín Pérez por su décimo aniversario desde que debutó en las Grandes Ligas salió de sus propias manos. Bueno, de la izquierda específicamente. Quizás no fue una presentación ideal, pero efectiva porque los Rangers ganaron, el zurdo sumó su sexto triunfo del año y mantiene una racha: mes y medio sin sufrir una derrota.
Pérez, quien debutó en las mayores con una salida como relevista el 27 de junio de 2012, trabajó seis episodios en los que recibió cuatro carreras, siete hits, dos boletos y con seis ponches. Su efectividad subió a 2.22, aunque en Texas todos quedaron satisfechos.
“En ese momento, esperaba estar aquí por mucho tiempo”, dijo Pérez a MLB.com. “Creo que cuando haces todo bien, todavía tienes altibajos, pero siempre estás luchando por algo y te esfuerzas por ser un mejor lanzador y una mejor persona. Creo que al equipo les gusta ver que hago eso. Es por eso que estoy aquí. Por eso me tienen aquí y me dan una pelota cada cinco días. Para salir y actuar”.
La apertura ante Kansas City es un perfecto ejemplo de lo que ha sido la carrera de Pérez. Todas las anotaciones que permitió llegaron en el segundo inning, no obstante, desde entonces retiró 13 contrincantes en fila. Problemas, ajustes, modificaciones
“Eso es parte del juego, pero nunca pierdo el enfoque», explicó durante una entrevista para Bally Sports. «Nosotros anotamos muchas y sabía que tenía que ir largo en el juego. Sucedió eso en el segundo inning, pero sabía que debía parar esa ofensiva y después de eso tiré cuatro innings muy buenos».
Un juego mental
Fue una interesante forma de celebrar sus 10 años en las Grandes Ligas. Una carrera que lucía ser de una estrella cayó en un bache. Martín Pérez pasó de ser uno de los principales prospectos de Major League Baseball (MLB) a un pitcher con efectividad vitalicia de 4.52. Sin muchas ofertas de trabajo, ni un puesto garantizado en alguna rotación.
“Antes, algo sale mal y no puedo controlar mis emociones y perdemos el juego”, dijo Pérez. “Ahora, sé que el juego es de nueve entradas y 27 outs. Entonces, cualquier cosa puede pasar y no importa cuántas carreras anoten, solo tenemos que salir y detenerlo. … Es simplemente no perder [mi] enfoque”.
Ahora Martín Pérez extendió a 12 su cadena de salidas sin perder. Finalmente unió todas las piezas y ahora va encaminado a su año carrera, ese que todos esperaron, muchos pensaron que llegaría antes y Texas disfruta.
«La diferencia ahora es que antes me hacían carreras y no controlaba mis emociones», agregó. «Ahora sé que son 27 outs y nueve carreras. Sé que debo salir y hacer lo mejor posible sin perder el enfoque y hacer mis envíos donde quiero».
Martín Pérez tiene la tecnología de su lado
Martín Pérez junto al coach de lanzadores de los Rangers, Brendan Sagara, usaron tecnología como Rapsodo y TrackMan para analizar a profundidad su repertorio. Con toda esa información sobre spin rate, velocidad y demás, entendieron que debían modificar el porcentaje de uso de sus pitcheos.
“También recibimos informes estadísticos sobre su mecánica. Todos esos detalles podemos verlos”, dijo Sagara. “Podemos emparejarlo con video en un iPad y ayudarlo con el mantenimiento de su estilo para lanzar. Es como, ‘te estás quedando abajo, tu punto de entrega no es el mejor, creas esta forma en lugar de esa otra’».
Ese mantenimiento que indicó el instructor terminó como algo vital para que Pérez repitiera los patrones que le dieron resultados. Ahora suelta su recta cortada justo donde lo necesita y el sinker en el lugar exacto.
“Queremos que la recta cortada tenga mucho movimiento vertical. Y manteniendo el sinker como siempre”, explicó Sagara. “Porque él tiene un cambio y un sinker particular. Tienen más caída que el promedio. Solo necesitaba ayuda para aprovechar sus fortalezas. Ahora todos sus pitcheos cuentan con el comando suficiente para terminar en las esquinas constantemente”.
Como resultado de estos dos factores, los bateadores se ven obligados a hacer swings en lanzamientos que solo son strikes por poco y, con mayor frecuencia, a envíos que no esperaban ver. Eso conduce a muchos malos contactos.
«Ha sido increíble trabajar con él», dije Sagara. “Su toque, la habilidad para hacer muchas cosas diferentes en todos los rincones de la zona es bastante impresionante. Pero nos permitió ayudarlo con la planificación del juego, la identificación de los bateadores, y luego con la mecánica del swing. A basar su enfoque en eso”.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera11
Foto: Texas Rangers