Miguel Cabrera comenzó su transitar en la Major League Baseball (MLB) el 20 de junio de 2003 y 17 años después nadie duda que es una superestrella. Su debut terminó por ser especial, pues acabó la campaña por todo lo alto al conquistar un anillo de Serie Mundial.
Cabrera lució por primera vez la camiseta de Marlins de Florida (ahora de Miami) en el Pro Player Stadium, donde 12.515 personas vieron el duelo entre peces y Mantarrayas de Tampa Bay.
El aragüeño tenÃa 20 años y subió a MLB, tras “descoser la peltota†en Doble A. Ese año, golpeó .365 con 29 dobles, tres triples y 10 jonrones en 69 encuentros de Ligas Menores (MiLB).
Por decisión del mánager Jack McKeon, el joven alineó en el jardÃn izquierdo y no como antesalista o primera base, sus posiciones naturales.
La idea de McKeon era aprovechar su bateo porque tanto la inicial como la tercera estación estaban custodiadas por Derek Lee y Mike Lowell, respectivamente.
Miguel Cabrera respondió a la confianza de McKeon
La apuesta de McKeon, quien reemplazó como estratega al despedido Jeff Torborg, le dio buenos dividendos de forma instantánea. Cabrera irrumpió en la Meca de la Pelota de la mejor manera y se erigió como la figura en el triunfo 3 a 1 de Florida sobre Tampa Bay.
Miguel Cabrera disparó un cuadrangular impulsor de dos carreras en la parte baja del undécimo inning, con un out, para romper un empate (1 a 1) y permitir que los anfitriones dejaran en el terreno a Tampa Bay.
Le sacó la bola al relevista Al Levine por todo el bosque central, una manera de demostrar que estaba hecho para cosas importantes en Grandes Ligas. Como octavo toletero, acabó de 5-2 con una anotada y dos empujadas.
No fue el único criollo que vio acción por Florida. El campocorto Alex González también lo hizo y fue remolcado con el tablazo de Cabrera. González, séptimo en el orden, se fue de 5-2 con una engomada.
2003, un año redondo para el criollo
Tras ese compromiso, ganado por Armando Almanza y perdido por Levine, Cabrera redondeó una buena cita para un recluta de MLB. Promedió .268 con 21 dobles, tres triangulares, 12 vuelacercas, 62 fletadas y 39 registradas en 87 desafÃos.
Despúés de ese rendimiento, McKeon apostó por incluirlo en el róster de postemporada de Florida y el nativo volvió a responder.
En los playoffs mantuvo un average de .265 al sonar 18 hits en 68 oportunidades. Entre sus conexiones figuraron un par de tubeyes y cuatro bambinazos, incluido uno frente a Roger Clemens (Yanquis de Nueva York) en el Clásico de Otoño. Totalizó 12 producidas y 11 cruces de pentágono.
Su aporte con el madero permitió que Florida, que avanzó a postemporada como comodÃn de la Liga Nacional, dominara 3-1 a Gigantes de San Francisco, 4-3 a Cachorros de Chicago y 4-2 a Nueva York para apoderarse de su segunda y última diadema.
El maracayero recordó su triunfo en Serie Mundial
Cabrera, hoy dÃa de 37 años, no pudo repetir un éxito en Series Mundiales, pero su actuación cuando era un imberbe es un recuerdo imborrable tanto para él como para los amantes del béisbol profesional.
“Se suponÃa que ese año Ãbamos a perder muchos choques y pasó lo contrario, terminamos ganando la Serie Mundialâ€, rememoró Cabrera en una reciente entrevista concedida a Chris Nielsen, periodista de FHN. “Es un recuerdo maravillosoâ€.
Cabrera señaló que el piloto McKeon y el coach Oswaldo Guillén le aconsejaron no presionarse por estar en MLB con el fin de disfrutar la experiencia de ser bigleaguer, algo que le permitió destacar.
“Guillén me dijo que no hiciera nada extraordinario, sino lo mismo que me llevó a Grandes Ligas y asà hice. McKeon me dio mucha confianza y eso me permitió disfrutar de mi primera pasantÃa en MLB. También me gustó sentir el apoyo de los veteranos del clubâ€.
El slugger aprendió a ganar con Florida
Miguel Cabrera, quien en la actualidad pertenece a Tigres de Detroit y se alista para el curso 2020, cree que sus logros -que incluyen dos premios Jugador Más Valioso (JMV) y una Triple Corona Ofensiva de la Liga Americana- son resultados de laborar para Florida en 2003.
“Desde junio hasta octubre, cuando disputamos la Serie Mundial, todos los careos eran importantes. Prácticamente a partir de julio, jugábamos como si fuera un playoff. Todos tenÃamos mentalidad ganadora y por eso ganamos el cetro. Eso me bastante en mi carreraâ€.
Cabrera, poseedor de dos galardones Beisbolista del Año, cuatro tÃtulos de bateo de la Liga Americana, Siete Bates de Plata y quien disputó 11 Juegos de Estrellas, agradecerá por siempre a Florida el darle el chance de convertirse en campeón de MLB.
“Esos muchachos, entre los que estaban mis paisanos González y Ugeth Urbina (pÃtcher), no eran estrellas, pero sà tenÃan mentalidad de triunfadores. Trabajamos muy duro ese año y gracias a Dios, nos consagramos. Ser parte de ese Florida es algo que agradeceré por siempreâ€.
Escrito por: Joseph Ñambre | @JosephSports27
Foto: MLB