Odubel quedó sin derecho a réplica en su caso ante los Filis

Cuando los aficionados dejaron saber en las redes sociales su descontento con la decisión de invitar a Odubel Herrera a un minicamp en el complejo primaveral de la divisa, los Filis obtuvieron un vistazo futuro a lo que podía ser un día inaugural en el Citizens Bank Park, con fanáticos de vuelta, si el venezolano era presentado como miembro de la alineación titular.

Abucheos a diestra y siniestra. Insultos y señales ofensivas. En fin, un panorama que ningún conjunto desearía, en su propio estadio, y en el primer desafío de una campaña que además servirá de reencuentro para los aficionados con las tribunas, tras el silencio ensordecedor que fue tan característico de la ronda regular en 2020.

La fanaticada de Filadelfia no ha olvidado el incidente de violencia doméstica que protagonizó el “Torito” en 2019, mismo que le generó una suspensión de 85 encuentros por parte de las Grandes Ligas y el rechazo de su organización el año pasado.

Por eso, Herrera no solo tenía que demostrar superioridad sobre sus rivales en la carrera por el puesto de jardinero central durante la pretemporada, sino que debía arrasar en la misma para realmente dejar sin argumento al alto mando de los cuáqueros a la hora de definir su roster de 26 peloteros rumbo al “Opening Day”.

Las piernas fueron perdiendo fuerza en el camino:

En las primeras de cambio del spring, la directiva de los Filis comenzó a sudar frío al ver que el criollo hacía swing con la misma confianza que lo llevó a recibir una invitación al Juego de Estrellas en 2016 y posteriormente una extensión de contrato por cinco años y 30.5 millones de dólares.

Pero a medida que el juicio avanzó, el caso se le fue saliendo de las manos a Herrera. Quizás la presión fue pasándole factura. Tal vez las miradas en un clubhouse que no lo recibió necesariamente con los brazos abieros fueron poniendo más y más peso sobre sus hombros. O a lo mejor lo que le salió más caro fue su inactividad durante casi todo el 2020.

Cuando Filadelfia se quedó sin hojas en su calendario primaveral este lunes, el patrullero había conectado 12 hits en 52 turnos, para un flojo promedio de .231 puntos. Herrera consiguió un doble y cuatro cuadrangulares, pero también se ponchó 11 veces, apenas ganó un boleto y dejó su porcentaje de embasado en .245.

Roman Quinn, otro de los aspirantes al cupo de patrullero central del equipo, se calentó cuando el venezolano se enfrió, y ligó para un average de .270 (37-10), con un OBP de .341, para garantizar su presencia en la plantilla del próximo primero de abril.

Mientras tanto, Adam Haseley, quien parecía fuera de la carrera tras sufrir una lesión en la ingle que lo forzó a perderse 16 juegos de la pretemporada, regresó justo a tiempo para la recta final y se despidió del spring con un par de imparables el lunes, inclinando la balanza a su favor en la lucha por el cupo número 26.

Herrera, de 29 años de edad, fue asignado al campamento alterno de la novena, donde seguirá preparándose en caso de que repentinamente se abra un puesto en el roster de Joe Girardi durante el primer mes de contienda; o en su defecto, hasta que arranque la zafra de las ligas menores en mayo.

Sin apelación que valga:

Al final de cuentas, Herrera le hizo el camino más fácil a los Filis. Un acuerdo entre MLB y la Asociación de Peloteros le prohíbe a cualquier organización liberar a un pelotero como castigo por un incidente de violencia doméstica. Según el pacto, un jugador solo puede ser cesanteado por motivos estrictamente relacionados a su desempeño.

Así que quizás los cuáqueros no podían finalizar su relación con el toletero de esa manera, pero su bajo rendimiento en la primavera sí que les permitió mantenerlo fuera de su camino, sin correr el riesgo de ser juzgados por castigar a un pelotero que ya cumplió su sentencia.

Herrera tenía que preparar su caso a base de batazos durante el spring training, pero ante la ausencia de una cifra considerable de ellos, el otrora estelar quedó sin derecho a réplica.

La posibilidad de que reciba un llamado del equipo grande en el transcurso del año sigue latente, pero desafortunadamente para el paleador, la intriga que podía existir entre directivos, coaches e incluso aficionados por averiguar si quedaba algo de aquella versión del All-Star se ha desvanecido, cuando menos por el momento.

Filadelfia vio a Herrera, notó que no se estaba perdiendo de mucho en el último año y medio, y lo mandó nuevamente para el final de la fila. Y es que incluso en el mismo complejo alterno del equipo, el de San José podría no ser la siguiente opción a la mano para Girardi, tomando en cuenta que Scott Kingery también iniciará allí la temporada y que cuenta con experiencia en las praderas; además, su adición al roster no generaría repudio en la fanaticada.

Todo puede ocurrir en una temporada que volverá a constar de los habituales 162 encuentros por equipo, pero a primavera vista, Herrera pareciera haber perdido el último tren hacia Filadelfia.

Este 2021 marca el final de la parte garantizada de su contrato con la divisa, por lo que es casi un hecho que, pase lo que pase, esta deteriorada relación laboral llegará a su fin en el mismo segundo en que los Filis culminen su participación en el venidero campeonato.

Eso si es que la última página de Herrera en la “Ciudad del Amor Fraternal” no fue escrita con sus dos turnos fallidos ante los Azulejos el lunes.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Icon Sportswire.

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