Menos de dos meses necesitó Renny Osuna para demostrar su potencial como manager en el beisbol profesional.

Haber llevado a Tiburones de La Guaira a la clasificación como primero en la tabla de posiciones le sirvió al mirandino para adjudicarse el premio como Manager del Año, que lo ubicaron junto con Omar López como los únicos en quedarse con dicha distinción en su zafra de debut.

“Cuando ves tu nombre salir al lado de alguien como Omar, que es un gran manager y una persona a quien respeto mucho, te hace sentir bastante satisfecho”, manifestó el flamante ganador de la estatuilla que lleva el nombre de la leyenda de la pelota criolla, Alfonso “Chico” Carrasquel.

Con similitud a como lo hizo en lo extenso de todo el torneo, Osuna mostró humildad por el éxito y aunque no ocultó su alegría por el reconocimiento, prefirió darle el crédito a todo y cada uno de los jugadores del plantel, así como al staff técnico que lo acompaña juego tras juego. “Sin el compromiso y la entrega de ellos, este premio no hubiese sido posible”, esbozó.

De acuerdo con el boletín de prensa de Numeritos Gerencia Deportiva, empresa encargada de realizar las votaciones, Osuna obtuvo 42 sufragios para el primer lugar y otros 8 para el segundo, lo que lo dejaron con un total de 134 puntos, 78 más de los que acumuló Marcos Davalillo, quien se ubicó en el segundo lugar.

“Siento mucho respeto por Marco. El fue mi manager anteriormente y sé sobre su manera de dirigir. Lastimosamente siempre tiene que haber un ganador y me siento orgullo de haber podido estar por encima de él, que es una persona que conoce mucho del beisbol, con una amplia trayectoria. Me siento bastante contento y agradecido”, expresó Osuna sobre quien fue su contrincante en la elección.

Etapa de transición y adaptación para Osuna

El periplo de Renny Osuna con Tiburones en su etapa después de jugador activo comenzó desde que en primeras instancias fue designado como gerente general, una función que, de acuerdo con su propias palabras, le ayudó a entender  y compenetrarse mejor con sus peloteros.

A esta etapa el mandamás le atribuye una gran cuota de responsabilidad en lo positivo que fue el funcionamiento de la tropa salada para que hoy en hayan llegado hasta donde están. “Si a mi me hubieran puesto de manager seis o siete meses antes, quizás los resultados no hubiesen sido los mismos”, dijo con una leve sonrisa en su cara.

Pero no todo fue una zafra de ensueño para Osuna con La Guaira. Primero tuvo que atravesar una fase de adaptación para que muchos pudieran asimilar su papel de piloto y dejar atrás el de jugador. Un proceso engorroso, aunque rápido, y que pudo solventar en base a la confianza que les brindó a sus muchachos desde que asumió el cargo.

Luego, ya con la campaña en curso, tuvo un inicio titubeante, en la que aparte de las derrotas y la ineficacia de los serpentineros, padeció también la sensible baja de Argenis Salazar, emblemático ex jugador de la franquicia litoralense, quien estuvo cumpliendo la labor de coach de tercera base y de banca, pero tuvo que dimitir tras inconvenientes de índole personal.

Apoyo de Machado

Con fortuna para ellos, se consiguieron en el camino con la figura de Gregorio Machado, quien no pudo llegar a un acuerdo con el Magallanes, y desde entonces la historia fue otra. Poco a poco el equipo fue arrojando signos de mejoría hasta alcanzar la cúspide.

“Él (Machado) es una persona que conoce mucho sobre esta pelota. Es la persona a la que yo le consulto todo y siempre me tiene una respuesta. Cuando tu tienes a alguien así a tu lado hay que valolarlo y por eso hoy en día siempre estoy pensando en él, porque es de los que más me ha ayudado para llegar hasta donde he llegado ahorita”.

Osuna dejó foja de 25-17 en la ronda regular, mientras que en la primera fase de postemporada sumó cuatro triunfos en seis desafíos.

“Reitero, esto si bien fue un logro personal, yo prefiero dedicárselo a todos los integrantes del equipo, incluso a los clubbies y hasta el bat boy”, esbozó Osuna.

Escrito por: Rayner Rico / RaynerRico29

Foto: Rayner Rico