La familia Guillén no es ajena a mánagers campeones. Esa espera de segundos que se transforman en horas al borde del dugout, mientras la bola está en juego en el transcurso del out 27 para sellar un campeonato, no es nueva para ellos.
Oswaldo Guillén, la cabeza de la reconocida familia beisbolera, se convirtió en el primer estratega latino en ganar una Serie Mundial de las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago en 2005. Ozney, el menor de sus tres hijos, estuvo presente en el Minute Maid Park de Houston esa flamante noche, con un rostro que delataba su adolescencia y una alegrÃa que dejaba salir con cada abrazo.Â
Poco más de 14 años después, ahora en el otro extremo del continente americano, en la ciudad de MonterÃa, al noroccidente de Colombia, Ozney cambió los guiones.Â
Primer año y ya con un tÃtulo
En su primer año como dirigente profesional, el más pequeño de los Guillén se coronó campeón con los Vaqueros de MonterÃa de la liga invernal cafetera, completando una blanqueada de ocho carreras por cero sobre los Gigantes de Barranquilla en un repleto Estadio 18 de Junio.
“Para mà esto es el honor más grande y más aún hacerlo con solo 28 años de edadâ€, comentó Ozney vÃa telefónica sobre el tÃtulo. “Ya nadie me puede quitar estoâ€.
El nuevo piloto venezolano, aunque nacido en la Florida, terminó su carrera como pelotero profesional tras su participación con los Tiburones de La Guaira de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional  (LVBP) en la campaña 2018-2019, zafra que también significó la última de su padre como timonel del club litoralense. Posteriormente, con ayuda de su compatriota Omar López, Guillén llegó a un acuerdo para tomar las riendas de los Tri-City ValleyCats, sucursal clase A de los Astros de Houston, durante el 2019, año que culminó con su nombramiento como capataz de los Vaqueros
“Me encantó que mi familia estuviera aquÃ, fue lo más bonito para miâ€, continuó Guillén, quien contó con la presencia de su madre y padre en la celebración del campeonato.
“Siempre me han dado amor y apoyo y este campeonato era más para ellos que para mi mismoâ€.
Guillén en su primera Serie del Caribe
Al igual que el conseguido por su padre, el tÃtulo obtenido por Ozney también guarda su sazón histórico, pues próximamente el criollo se convertirá en el primer mánager de conjunto colombiano alguno en participar en una Serie del Caribe, torneo que este año tendrá lugar en tierras puertorriqueñas y al que fueron invitados luego de la imposibilidad de la delegación cubana de asistir a la cita.
“La liga colombiana ha mejorado mucho en todo aspecto y justo por eso le dieron entrada a la Serie del Caribeâ€, comentó Guillén, quien ya conocÃa el circuito tras participar como jugador activo varias temporadas atrás. “La liga ha avanzado mucho en comparación a aquella en la que jugué hace cinco años. Los estadios están en mucha mejor condición, el nivel de los jugadores también ha aumentado. No quiero que la gente juzgue la liga o las cosas que han pasado aquà solo por unas cuantas personas que son irresponsablesâ€, expresó en referencia a las crÃticas recientes que ha recibido el circuito en temas de pagos y logÃstica, entre otros.
A pesar de lo abrupta que puede haber parecido su transición de jugador a mánager, Guillén aseguró que su conocimiento previo del juego y recibir la ayuda indicada lo hicieron todo más sencillo.
“Sé que siempre he estado preparado para esta situación. Incluso estando como pelotero ya yo me sentÃa dirigiendo. De igual forma, he aprendido de mi papá todos los dÃas. Siempre estuvo allà para ayudarme y por eso la transición no fue tan difÃcil. Mi padre me ayudó muchoâ€, destacó.
Tuvo el apoyo de los jugadores
Además, Ozney también sintió el apoyo de sus jugadores, muchos de ellos con más experiencia y edad.
“El equipo y los muchachos se comportaron bien. Tuvieron confianza en mà para ser el lÃder del conjunto y no me dieron problemasâ€, aseguró Guillén. “Creo que la gente sabÃa la forma en la que yo me comporté siempre sobre el terreno de beisbol y eso me ayudó. Siempre tenÃa una razón detrás de cada explicaciónâ€.
En cuanto a si su estilo para dirigir fue tomado de su padre, Ozney considera que si bien comparten una buena cantidad de páginas, no es exactamente el mismo libro.
“Sà tenemos cosas similares. Me gusta correr y poner la bola en juego, pero creo que puedo ser un poquito más agresivo que élâ€, explicó Ozney. “También utilizo un poco más los ‘shifts’ y bueno, es normal porque vengo de Houston que es la escuela de eso. Pero creo que he tomado mucho de mi padre, incluso cosas que van más allá del terreno, como esa confianza que hay que tener con los peloteros, el amor por sus familias y el respeto por lo que hacenâ€.
Un adiós agridulce
Poner fin a su carrera como pelotero profesional con tan solo 27 años de edad, no fue la decisión más sencilla para Ozney; sin embargo, el ahora mandamás asegura que no tiene remordimientos al mirar hacia atrás.
“En mi carrera (como jugador) aprendà mucho, todo fue como yo quise. No fui el mejor pelotero, pero jugaba todos los dÃas. Los mánagers me agarraron confianza y sabÃan que iba a hacer el trabajo con consistenciaâ€, indicó Guillén, quien dejó atrás cinco años de currÃculum como jugador profesional entre diversas ligas independientes e invernales.
“Las lesiones no me ayudaron para nada, pero estoy muy feliz con lo que hice. Cuando decidà retirarme, fue mi decisión. Estaba contento con mi vida de pelotero ya y sabÃa que era hora de seguir adelanteâ€.
Entre las lesiones que afectaron el curso de su carrera, Guillén destacó algunas sufridas con el uniforme de los escualos.
“No mucha gente sabÃa, pero en mi último año con La Guaira se me habÃa salido el brazo cuatro veces ese añoâ€, recordó Ozney.
“La cuarta vez fue estando en Venezuela. Era algo personal para mà y no se lo dejé saber a nadie porque además estaba buscando trabajo. Pero ya no aguantaba más. Esa cuarta vez fue suficiente para mi. También tuve un choque contra una pared y me lastimé el pulmón, pero bueno, aprendà de todo esoâ€, añadió.
Si bien Guillén supo pasar la página con relativa facilidad, el expatrullero sabÃa que lo más difÃcil de su retiro serÃa comunicárselo a su padre.
“Estuvo un poquito triste cuando se lo comentéâ€, señaló Ozney sobre la reacción de Ozzie a la noticia. “Creo que pensaba que todavÃa tenÃa unos años más para jugar, por lo menos querÃa que llegara a los 30.
Estuvo triste porque sabÃa el pelotero que yo podÃa ser y todo lo que habÃa pasado. Fue un momento difÃcil, pero al final lo superamosâ€.
Ahora, fresco de su primer tÃtulo como profesional, Ozney y los Guillén están más que listos para que sean dos los dirigentes de la familia y quizás en un futuro, ambos con chapa de grandeliga.
“Mi meta es terminar en las mayores, bien sea como mánager o como parte de una gerencia. La verdad me encantan ambas cosas asà que veremos dónde termina todoâ€, dijo Ozney.
Volver a Tiburones habrÃa que pensarlo
Asimismo, Ozney comentó que la posibilidad de dirigir a los Tiburones en un futuro no es algo que descarta por completo, pero asegura que primero habrÃa mucho que pensar y perdonar.
“Eso lo veremos. La verdad es que pasamos momentos bastante difÃciles con el trato de la gente, no solo hacia mi sino hacia mi familia completa. Si me dan la oportunidad, pues tendrÃa que pensarlo, como con cualquier otro chance que se me presenteâ€, sentenció.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta/ @AndresEspinoza
Foto: Vaqueros de MonterÃa