En sus primeros juegos como profesional, Rafael Marchán nunca pegó un cuadrangular. Se paró en el plato en 849 oportunidades en la caja de bateo en diferentes circuitos, sin embargo, nunca le pegó a la pelota con la suficiente fuerza para sacarla de un estadio, ni siquiera los de menores dimensiones en la liga de novato.
Pero Marchán encontró el mejor momento y nivel para inaugurar su cuota jonronera en los Estados Unidos. El criollo pegó jonrón en el encuentro entre los Azulejos de Toronto y los Filis de Filadelfia en el Citizens Bank Park, conexión con la que también remolcó sus primeras carreras en las mayores.
Rafael picked a great time for his first professional home run. #RingTheBell pic.twitter.com/r8bpwAkOEG
— Philadelphia Phillies (@Phillies) September 19, 2020
El careta aprovechó una recta cortada que A.J Cole no ubicó de la mejor forma y la conectó con solvencia. La pelota abandonó el madero con una velocidad de 99.6 millas por hora y recorrió 364 pies de distancia, según Statcast.
El cañonazo de Rafael Marchán trajo tres carreras para los Filis, sus primeras impulsadas en el máximo nivel.
La fuerza no es una característica de Rafael Marchán
Buen manejo de los lanzadores rivales, destacas condiciones defensivas y un buen contacto. Todas ellas pueden definir como jugador a Rafael Marchán, pero el poder no se encuentra entre sus condiciones en el campo.
En sus cuatro temporadas en las Ligas Menores, Marchán dejó un bajo slugging de .345. Su mejor producción de extrabases fue en 2019, cuando soltó 20 dobles en clase A, zafra en la que su slugging fue de .325.
Sin embargo, la capacidad para chocar la esférica sí es de destacar. Apenas se ponchó en 79 oportunidades, además de que su promedio vitalicio en las categorías inferiores es de .285, números con los que se ganó el ascenso a las Grandes Ligas.
Escrito por: César Sequera Ramos
Foto: @Phillies