Alex Ramírez, leyenda venezolana de la Liga Japonesa de Béisbol Profesional (NPB), tuvo el privilegio de portar el miércoles la antorcha de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 en Yokohama.
Ramírez participó en un relevo que culminará el 23 de julio con la entrada del instrumento a Tokio, donde se encenderá el pebetero de una competición multideportiva universal que concluirá el 8 de agosto.
Ramírez le dio un toque criollo al recorrido del fuego sagrado, porque mostró la alegría propia de un latino que contrastó bastante con la seriedad de los nipones. Eso demuestra el grado de simpatía que tiene el caraqueño en Asia.
Se espera que el antiguo pelotero, que también fue mánager de la NPB, esté presente en la ceremonia de apertura de la justa que se realizará bajo un protocolo especial de bioseguridad para evitar contagios de COVID-19.
La emoción de Ramírez
Ramírez le dio las gracias al comité organizador de Tokio 2020 por darle el chance de llevar el símbolo de las Olimpiadas que se realizarán tras una espera de un año por causa de la pandemia.
«Qué experiencia tan maravillosa. Mi familia y yo hemos participado en algo único y le doy gracias a Dios por eso. Agradezco a toda la gente que medio chance de ser partícipe de esta experiencia olímpica», escribió el exjardinero en su cuenta de Instagram @ramichan3.
«Deseo que los participantes de esta contienda tengan el mayor de los éxitos. Simplemente quiero lo mejor para ustedes».
Una leyenda de la NPB
Ramírez dejó una huella indeleble como pelotero de la NPB, donde trabajó 13 temporadas y lució las franelas de Golondrinas de Tokio Yakult, Gigantes de Yomiuri y Estrellas de la Bahía de Yokohama DeNA.
En 1.770 encuentros de ronda regular promedió .301 tras sonar 2.045 hits en 6.801 turnos, entre ellos 333 dobles, 13 triples y 383 jonrones. Sumó 1.287 empujadas y 866 anotadas.
Este avileño de 46 años es el único extranjero que sobrepasó -hasta ahora- los 2.000 imparables y por eso es aspirante al Salón de la Fama de la NPB, donde dirigió a Yokohama DeNA y fue el único nativo en hacerlo en la historia del circuito.
Esos logros lo convirtieron en un ícono deportivo en la Tierra del Sol Naciente y en el ser ideal para trasladar la antorcha y dejar en alto el nombre de Venezuela.
«Para mí es un honor representar a Japón, a mi país Venezuela y a toda Latinoamérica en estas Olimpiadas (…) Espero que nuestros atletas tengan un buen rendimiento, siempre con la humildad por delante».
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Cortesía de Alex Ramírez
