La gran mayoría de los beisbolistas que están involucrados en un cambio los tomará de sorpresa. Es sumamente, a menos de que existe una rencilla con la gerencia, que un beisbolista sepa que está involucrado en una negociación. Pero en el caso de Romer Cuadrado, quien pasó de los Leones del Caracas a los Navegantes del Magallanes, nunca pensó que iba a ser traspasado.
El joven jardinero siempre pensó que estaba en los planes de Caracas. Su rendimiento fue notable durante sus dos primeras campañas, tenía buena relación con todos los miembros de la organización y su juventud lo invitaban a pensar que llevaría el uniforme melenudo por mucho tiempo.
“Honestamente nunca esperé que me iban a cambiar”, señaló Cuadrado vía telefónica a Sports Venezuela. “Sabía que los Leones buscaban a un campocorto, pero no imaginé que me tocaría a mí ser parte de ese traspaso. Pero son decisiones que no están en mis manos”.
Si alguien duda del cariño que tiene Romer Cuadrado por Leones, solo hará falta ver sus redes sociales para tener la certeza. Aseguró ser aficionado de los capitalinos desde la infancia y sentirse contento por debutar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) con esa camiseta. Sin embargo, el “negocio del beisbol” le dio una lección que llevará por el resto de su carrera.
“Hay cosas que no puedo controlar. Es un sentimiento extraño, porque no me esperaba que iba a salir de los Leones”, siguió. “Asumo con mucha responsabilidad y madurez este nuevo reto. Ahora daré lo mejor de mí para ayudar a Magallanes cuando inicie la campaña”.
Presente con Magallanes
Está claro cómo puede ayudar Romer Cuadrado a Magallanes. Dentro de la LVBP está visualizado como un pelotero con poder, capaz de jugar una buena defensa en los jardines y un brazo que le permitirá a su equipo salvar carreras.
Es un pensamiento que está avalado con los números. Cuadrado de por vida en Venezuela tiene promedio de .275, con OBP de .365 y seis cuadrangulares en los 73 juegos que ha disputado. Sin embargo, durante la zafra 2021-2022 dejó OPS de .831 con 25 carreras impulsadas, por lo que hay un potencial que pareciera estar cerca de explotar.
“Tengo un buen bateo, aunque sé que debo mejorar los ponches. Ya es algo que estoy trabajando”, aseguró Cuadrado quien ha sido guillotinado 80 veces en 229 turnos y en 555 ocasiones durante los 469 choques en las ligas menores. “Espero agarrar experiencia con los caballos de Magallanes y mejorar en ese aspecto”.
Hay uno en especial que siente que puede ser determinante en su carrera. Es Robert Pérez que, a pesar de no estar activo, fungió como coach de bateo el último año y posee los conocimientos suficientes para mejorar a un bateador. Con Alberth Martínez, otro toleteros con un swing propenso a abanicar, lo consiguió.
“Tuve la oportunidad de estar con él en el Mundial. Espero aprender mucho y será un honor poder trabajar con una leyenda del beisbol venezolano”, afirmó.
De momento, su comunicación con los nuevos jefes ha estado limitada. Recibió una llamada para darle la bienvenida a Magallanes y lo contento que están porque sea parte del conjunto eléctrico. “Es muy temprano todavía. Seguramente en estos próximos días conversaré más con la gerencia, porque de momento nada fuera de lo normal”, afirmó.
Cuadrado está enfocado en una nueva experiencia en el beisbol. Después de seis veranos jugando en distintas sucursales de los Dodgers de Los Ángeles, salió del sistema organizado y firmó para estar en la Liga Mayor con los Centauros de La Guaira.
Quizás por unos meses o toda la campaña, pero servirá para mantenerse en forma y quedar listo para otro reto. Enfundarse la camisa de Magallanes y ganarse un puesto con otra divisa legendaria de la LVBP.
Romer Cuadrado se despidió de Leones
Dentro de la familia de Romer Cuadrado hay división de opiniones por su traspaso a Magallanes. Aseveró que “hay muchos” que están felices porque son aficionados de la Nave Turca, pero su padre, furibundo melenudo, no tanto.
“Desde niño siempre me ha gustado este equipo, he sido seguidor. Junto con mi papá seguíamos los juegos”, señaló entre risas. “Pero soy un profesional. Eso no cambia en nada mi mentalidad de dar lo mejor por este nuevo equipo”.
Aunque es un profesional con sentimientos. Romer Cuadrado decidió tomar un momento para despedirse de Leones, una organización que lo ayudó a “cumplir el sueño” de vestir la camiseta de Caracas y tener su primer contacto con la liga venezolana. Además, agradecerle a todo el universo de la organización que lo trató de la mejor forma.
“Agradecido con ellos. El poco tiempo que estuve me regalaron un cariño increíble del cual siempre estaré agradecido y lo llevaré conmigo”, cerró.
Escrito por: César Sequera Ramos / @CesarSequera11
Foto: Leones del Caracas