Wilfredo Romero pasará a la historia como uno de los pocos dirigentes de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en despedirse de su organización tan solo algunas semanas después de haber obtenido el campeonato. Los Navegantes del Magallanes no contarán con el ex jardinero en el timón durante la 2022-2023, a pesar de que el alto mando de la divisa llegó a dar por hecho la renovación en su momento.
Romero, de 47 años de edad, se desligó por completo del conjunto naviero hace algunos días, luego de que, a su parecer, la directiva del combinado no tomara su regreso como una prioridad. Además, el factor económico también jugó un papel importante en la separación.
«No acordar con Magallanes fue incómodo. Pensé que mi valor para ellos era otro y obviamente no fue así», comentó Romero en declaraciones recogidas por Zona Turca en un Twitter space el miércoles por la noche. «Que no estés trabajando con una organización de MLB quizás lleva a que no te den el mismo valor en los clubes. Necesito velar por mi familia y por mis hijos. No fue exagerado (el monto que solicitó por sus servicios). No estaba pidiendo media Valencia, sino lo que consideré correcto», añadió.
Sin embargo, incluso antes de conversar sobre el aspecto monetario, el ganador del premio al Mánager del Año en la 2021-2022 ya se sentía menospreciado, debido a lo que le pareció un tiempo de espera excesivamente largo para negociar.
«Leí que un equipo le pidió a su mánager que volviera al finalizar el Round Robin. ¿Por qué yo tenía que esperar, después de quedar campeón? Fue un poquito incómodo y doloroso. Esperaba volver con Magallanes. Quizás para ellos era mejor esperar y evaluar, pero para mí no. Y tomé la decisión porque ellos no me dieron ese valor», continuó.
Conversaciones poco fructíferas:
Romero informó que tuvo un total de tres reuniones con los ejecutivos turcos. La última de ellas fue básicamente una despedida.
«Tuvimos dos conversaciones y ya la tercera fue para romper lazos. Cuatro directivos hablaron conmigo y no esperaban un ‘no’ de mi parte«, señaló el maracayero. «Uno tiene que darse un valor. Llega un momento en el que tienes que valorar lo que has venido haciendo por años. El directivo va a pensar en su beneficio, que es intentar soltar la menor cantidad de dinero posible. Pero si yo no me valoro, ¿quién lo va hacer por mí?».
No obstante, Romero aseguró que no terminó en malos términos con la organización, pues al final, entiende que nadie es indispensable en este deporte.
«Terminamos en buenos términos, especialmente con (Luis) Blasini, que fue quien me contactó. A veces el dinero no es tanto lo que influye, sino el tiempo. No me hicieron sentir bien. No fue solo el dinero, fueron otras cosas y a eso me refiero con darte valor. Es lamentable», expresó.
Ahora, en su posición como agente libre en el beisbol invernal, Romero seguirá estudiando sus posibilidades. A pesar de sus lazos con México, el ex patrullero no esconde que su deseo es encontrar una nueva casa en su país natal.
«Estoy esperando ofertas para dirigir en el invierno. Estoy sin trabajo, buscando opciones y escuchando«, comentó. «He conversado con otros equipos. No hay nada concreto todavía, pero quiero regresar a Venezuela».
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Prensa Magallanes.