Los Reales darán inicio a la fase complementaria del vigente torneo con un jugador venezolano menos detrás del plato. No se trata del estelar Salvador Pérez, quien viene fresco de su participación en el Festival de Jonrones y en su séptimo Juego de Estrellas a comienzos de la semana, sino del novato Sebastián Rivero.
El maracayero, de 22 años de edad, fue enviado a las menores por la organización previo al inicio de su primer encuentro de la segunda mitad este viernes. Rivero le cedió su cupo en el roster a Cam Gallagher, quien se ha establecido como el principal suplente de Pérez en la receptoría durante los últimos años, pero que se ausentó por varias semanas con una lesión en uno de sus hombros.
En su primera experiencia como ligamayorista, Rivero disputó tan solo ocho compromisos; una de las grandes desventajas de recibir la asignación de suplir a uno de los caretas más duraderos de todo el beisbol como Pérez.
El toletero perteneciente a los Tiburones de La Guaira en la pelota local, realizó 22 viajes al plato en ese lapso, en los que conectó dos hits, entre ellos un doble, para dejar su promedio en .111 puntos. Además, también remolcó dos carreras, anotó una y ganó tres boletos.
Regresará a una exitosa zafra en Omaha:
A pesar de que volver a las granjas es un movimiento que suele ir acompañado de decepción, en esta ocasión parece ser lo mejor que pudo ocurrirle al criollo en estas instancias de su carrera.
Salvo una breve pasantía de tres compromisos en triple en 2019, Rivero llegó a la presente campaña sin experiencia prolongada en alguna categoría superior a clase A fuerte; no obstante, en su primera zafra a tiempo completo en la antesala de las Grandes Ligas, el joven receptor estaba luciendo de maravilla, gracias a una línea ofensiva de .304/.377/.507, con tres dobles, un jonrón, 15 fletadas y un OPS de .884 en 20 choques.
La carta de presentación del aragüeño siempre ha sido su excelsa defensa, misma que llevó a algunos directivos de Kansas City a calificarlo hace meses como el mejor defensor de su posición en las filiales de la franquicia actualmente.
Su bate, por otro lado, ha dado claras señales de que todavía necesita tiempo de desarrollo. Rivero registró un OPS inferior a .700 en cada una de sus primeras cuatro zafras como profesional y su porcentaje de embasado más elevado en ese período fue de .312, cifra que marcó en su año de estreno en 2016.
Las subidas y bajadas que afrontará un equipo son prácticamente imposibles de predecir, pero si la salud acompaña a Pérez y Gallagher durante el resto del campeonato, lo más probable es que Rivero no vuelva a saborear las mieles del máximo escenario en 2021.
Nuevamente, suena como algo negativo, pero jugar a diario con el Omaha en lo que resta del año le caería de maravilla al proceso evolutivo de la joven promesa, que se mantiene bien posicionado en los rankings del dirigente de los Reales, Mike Matheny, quien se cansó de elogiar al máscara tras su llamado inicial al equipo grande en mayo.
Esta es la segunda ocasión en la que Rivero es enviado a triple A desde Kansas City en 2021, luego de que también ocurriera el pasado 14 de mayo, cuando Gallagher viajó a la lista de lesionados por una contusión.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía MLB.com.
