No era difícil visualizar un futuro como estratega para Yadier Molina. Como uno de los mejores receptores de las últimas décadas en todo el beisbol, su liderazgo y conocimiento del juego colocaban al puertorriqueño como un claro candidato a asumir las riendas de algún conjunto profesional cuando su carrera de pelotero activo llegara a su fin.
Sin embargo, es posible que la idea de que su primera experiencia como timonel tras colgar los ganchos tuviera lugar en Venezuela, sí agarrara fuera de base a la mayoría. Molina, quien se retirará como jugador al final de la presente temporada de las Grandes Ligas, fue nombrado como el nuevo mánager de los Navegantes del Magallanes hace varias semanas atrás, en una noticia que acaparó los titulares de medios nacionales e internacionales.
A pesar de que nunca en su carrera disputó algún encuentro en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, la historia del circuito fue suficiente para captar su atención y motivarlo a probar las mieles de una de las ligas invernales más competitivas de la región.
«El beisbol venezolano es algo que siempre me ha llamado la atención«, le comentó el receptor de los Cardenales de San Luis al periodista Alexander Azuaje. «Es un circuito que tiene mucha competencia y en el que los aficionados apoyan mucho. Estoy emocionado de poder ir a Venezuela a llevar mis conocimientos y apoyar a la juventud», añadió.
Bicampeonato en mente:
El 10 veces invitado al Juego de Estrellas en la gran carpa, cuyo currículum lo convierte en un serio candidato a ingresar al Salón de la Fama en su primera oportunidad, no tendrá una tarea sencilla. Magallanes viene de levantar el título de campeón en la contienda anterior, de la mano del entonces capataz Wilfredo Romero, por lo que las expectativas rumbo a la 2022-2023 no podrían ser más altas.
De cualquier forma, como un dos veces campeón de la Serie Mundial, Molina se siente en casa cuando la presión merodea. El boricua le abre los brazos al peso que viene con el puesto de mánager en una de las organizaciones más exitosas de la LVBP.
«Me gusta la idea de estar bajo la presión que significa dirigir al Magallanes, para así ver cómo reacciono. He escuchado cosas buenas de la fanaticada de la nave. Voy a tratar de ser campeón nuevamente», indicó.
En la recta final de una trayectoria que cursa su décimo noveno año en el máximo escenario y que promete llevarlo a una nueva incursión en octubre con San Luis, el nativo de Bayamón posiblemente no ha tenido mucho tiempo para establecer estrategias y evaluar a equipos contrarios para su venidera pasantía con los turcos.
El mismo Molina admite que hay desconocimiento sobre muchos temas de la liga criolla, pero confía en que las personas a su alrededor, especialmente aquellas dentro de su cuerpo de coaches, le brindarán la asesoría necesaria para estar a la altura del compromiso cuando llegue el momento.
«Voy a ser sincero, no conozco la liga», expresó el máscara. «Pero voy a tener a muchos técnicos que estarán a mi lado y que sí tienen ese conocimiento. Será un trabajo en grupo. Las decisiones las tomaré escuchando consejos«, sentenció.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía AP.