Pocos relevistas de las Grandes Ligas han sido tan efectivos como Yusmeiro Petit en los últimos años. El venezolano, sin recibir mucho reconocimiento, está entre los brazos más confiables del beisbol, y en este caso, de su mánager Bob Melvin.
¿Por qué cuesta tanto que su nombre salga a relucir en los debates sobre el mejor relevista del beisbol hoy en día? La velocidad promedio de su recta este año ha sido de apenas 86.9 millas por hora, en lo que significa una continuación de un declive en dicho departamento desde que llegó a los Atléticos en 2018.
Pero como todo un veterano del montículo, Petit ha aprendido a sacar provecho de cada faceta de su juego, incluso si ante la mirada de muchos resulta imposible. En la actualidad, el derecho mantiene una teoría que si bien no ha sido comprobada científicamente, pareciera tener una base muy sólida a punta de éxito constante.
Según el zuliano, cada vez que toma el montículo está siguiendo a un serpentinero que con casi toda seguridad lanza con mayor potencia; asimismo, cuando es momento de abandonar el morrito, también es seguido por un pitcher con capacidad de marcar números mucho más llamativos en la pistola.
Una combinación letal para los contrarios:
Este fenómeno causaría un doble efecto en los bateadores rivales, pues luego de enfrentar a iniciadores con rectas potentes como Jesús Luzardo o Frankie Montas, la reducción de millas en su bola rápida obliga a que los toleteros tengan que hacer un ajuste inmediato en su coordinación y percepción.
De igual forma, cuando culmina su labor, los paleadores tendrán que reajustarse a envíos de alta velocidad, en un cambio drástico que conlleva a que la velocidad de los pitcheos de los nuevos serpentineros luzca mayor a la real.
«Esa es la combinación que tengo para los otros chicos del bullpen«, le comentó Petit a MLB.com al respecto.
Un claro ejemplo de esta teoría carente de comprobación se puso en práctica el pasado 16 de abril frente a los Tigres. Petit ingresó al compromiso en relevo de Montas, cuyo sinker promedió 95.6 millas por hora en la faena. El criollo le siguió con una entrada en blanco en la que su bola rápida tuvo un average de 86.7 mph.
Tras su salida del encuentro, el zurdo Jake Diekman recibió la asignación de continuar el trabajo por Oakland y respondió con otro capítulo en blanco en el que su recta estuvo alrededor de las 93.4 mph.
«Él hace las cosas pequeñas de formas un poco distintas. Quizás cuando alguien entra y lanza más fuete que él, es posible que la bola cobre mayor velocidad de la que en verdad tiene ante los ojos de los bateadores. No estaría en desacuerdo con eso», indicó Melvin. «Es un tipo muy inteligente, así que posiblemente haya algo de verdad en ello«.
En sus primeras 11 presentaciones de la campaña, el diestro registró una efectividad de 1.46, con un WHIP de 0.97 a lo largo de 12 entradas y un tercio de labor.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.