El Barcelona se proclamó campeón de la Copa del Rey, su título 32 en la competición más antigua del fútbol español, tras vencer 3-2 al Real Madrid, su encarnizado rival, en una épica final disputada en el estadio La Cartuja de Sevilla, que sentenció el defensor Jules Koundé con un agónico gol en la prórroga, cuando parecía inminente una definición desde el punto penalti.
Por actualidad, el conjunto blaugrana llegaba con el favoritismo de su lado, pero encontró a un Madrid que mostró una versión mejorada de lo que fue en presentaciones recientes, como el caso del cruce ante Arsenal, en el que perdió ambos duelos y quedó eliminado en cuartos de final, y por poco se lleva la corona que rinde homenaje al monarca de España.
De hecho, el cuadro merengue estuvo a seis minutos y fracción del festejo. Un tanto de Ferran Torres salvó de la derrota al club condal y obligó a jugar el alargue.
El Barsa tuvo mejor arranque
El emocionante encuentro se dividió en dos capítulos, con un Barsa muy superior en la primera mitad, que se hizo dueño del balón y tomó la ventaja al minuto 28 con un golazo de Pedri, a pase hacia atrás de Lamine Yamal.
El 1-0 con el que se fue al descanso el Barcelona era merecido, pero muy corto. No supo aprovechar las ocasiones que fabricó para ampliar la diferencia y lo sufrió más adelante.
Carlo Ancelotti echó mano del banquillo. Le dio entrada a Kylian Mbappé, que no comenzó de titular al no estar cien por ciento recuperado de una lesión de tobillo, y también puso en el campo a los mediocampistas Luka Modric y Arda Guler.
El efecto fue inmediato. El Madrid levantó su juego, al adueñarse del balón y comenzar a generar peligro con sus ‘balas’ Mbappé y Vinicius Jr. Fue mejor que el Barcelona en el complemento.
Con un Barsa viviendo momentos de pánico, el club blanco aprovechó para voltear la pizarra en cuestión de minutos.
Igualó al 70 con un gol de tiro libre de Mbappé ante un Wojciech Szczesny que puso pocos hombres en la barrera y dejó abierto un boquete por dónde ingresó la redonda, y tomó la ventaja al 77 con un frentazo libre de marca de Aurelien Tchouameni.
Ferran Torres obligó al alargue
El Barsa evitó el ‘bofetazo’ con un tanto al 84 de Ferran Torres, tras recibir una gran habilitación de Lamine Yanal, eludir al Courtois y depositar el balón con un remate de derecha.
Los Hansi Flick pudieron haberlo ganado antes de la prórroga, pero el principal anuló un penalti que había sentenciado antes, luego de que Raphinha cayera dentro del área ante Barrida de Asencio, tras revisar el video a un costado de la cancha.
De todos modos, el cuadro culé tuvo la última palabra, pues marcó en el alargué, por intermedio de Koundé, un héroe inesperado. El francés aprovechó un regalito en salida de Modric, avanzó unos metros y soltó un disparo rastrero al que no pudo llegar el cancerbero del Madrid para anotar el 3-2 y darle el primero de tres títulos a los que aspira el Barcelona, líder de la Liga y semifinalista en Champions.
¿Influyó el arbitraje en el resultado?
La actuación de los árbitros estaba bajo la lupa, tras lo sucedido el día previo, en el que el Madrid se quejó por declaraciones del principal y pidió que se cambiase la terna de jueces.
Alfonso Pérez Burrul, que por muchos años pitó en la primera división española, analizó la actuación del colegiado Ricardo de Burgos Bengoetxea para Radio Marca y le lanzó elogios, además de descartar cualquier situación irregular que beneficiase al Barsa.
«Ha sido una gran final y un arbitraje a la altura del partido», señaló Pérez Burrul, según recoge una nota publicada por Marca.
La única decisión de Ricardo de Burgos Bengoetxea que Pérez Burrul cuestionó fue la del penalti de Asencio sobre Raphino que anuló tras revisar el monitor del VAR.
«El defensa madridista llegó tarde y trabó al atacante brasileño, es penalti. No existía un error claro que justificara la intervención del VAR y la corrección del árbitro en el monitor», indicó el exárbitro.
Celebra el Barsa. Le vuelve a ganar la pulseada al Real Madrid, al que derrotó en enero pasado en la final de la Supercopa de España, y se enfoca ahora en la ida de las semifinales de la Champions, el próximo miércoles ante Inter de Milán en Montjuic.
El Barcelona es un rey, a puro fútbol, inobjetable.
Por Carlos José Méndez / Foto: @rfef
También te puede interesar: