Boca Juniors venció 2-0 a Racing de Avellaneda en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores, tras haber caído 1-0 en la ida. Superó la instancia, el duelo con otro equipo argentino, y en el mes de diciembre, tal vez en el que peor habían jugado a lo largo del 2020. Todas eran razones para pensar que en La Bombonera, habría un conjunto nervioso, y fue todo lo contrario.
El local arrancó furioso. Presionando bien arriba. Forzando el error de su contrario, que no tuvo una noche tranquila en ningún momento. Los xeneizes fueron una ametralladora, detenida por el chaleco antibalas que se puso Gabriel Arias, arquero de La Academia. Si no es por el chileno, el partido se hubiera resuelto mucho antes.
Los fantasmas no pesaron para Boca
Se venía hablando de un Boca con la cabeza en otra parte. Que si el aniversario de la final en Madrid -perdieron con River en 2018-, o que su máximo rival iba rumbo a levantar otra Copa, que ellos no consiguen una Libertadores desde 2007 de la mano de Palermo y Riquelme, que este grupo se formó para ganar este torneo. Y así, mil motivos conducentes a otro posible fracaso.
Nada de eso pesó al recibir a Racing. Se aspiraba confianza desde el primer minuto. El tanto abridor vino al 23´, autor, Eduardo Salvio. Con ese grito el marcador global estaba 1-1. Igualado. Pero el transcurso del juego decía otra cosa. De ahí hasta el gol que los hacía avanzar pasaron 38 minutos. En ese lapso de tiempo, no importaba que estuvieran empatados, parecía que Boca ya estaba con boleto en mano. Los de Beccacece lucían derrotados y con ese resultado aún iban a penales.
Al 61´sucedió lo inevitable. El empuje, aunado a la experiencia del «Toto» Salvio, concedió un penal que no ejecutó ninguno de los veteranos. Ni Tévez, ni Izquierdoz, Sebastián Villa, de 24 años, se encargó de ejecutar el tiro desde los 12 pasos que le otorgaba el pase a uno de los clubes más grandes de América y lo colocaba entre los cuatro mejores del continente.
El colombiano no falló, ni estuvo cerca de hacerlo. Cobró fuerte y a un costado. Imposible para Arias, ni en su jornada heroica alcanzó a contener ese intento del extremo. Después sobraron 29´para que Racing se repusiera. Necesitaban un sólo gol y no lograron el objetivo. Boca aguantó cuando le tocó aguantar, ya en ventaja. De esa manera, finalizó el choque en el Sur de Suramérica.
Tévez, la figura de la cancha
Carlos Tévez lo ha ganado todo. Anotó su penal en la final de la Champions con el Manchester United, allá en 2008 contra el Chelsea. Igual decidió dejarle el tiro más importante a su joven compañero. No necesitó mover redes ni asistir para ser el mejor del campo.
En eso ayudó la inclusión de Soldano, acierto de Miguel Ángel Russo. Es un delantero de poco gol, mas mucho sacrificio. Le dio oxígeno al «10» para que estuviera listo al tener la pelota en sus pies. «Carlitos» repartió el juego, comandó los ataques, creó situaciones y su romántico tanto se lo negó el guardameta en más de una ocasión.
Muchos pedían a Edwin Cardona como socio del ídolo. Pues, el tiempo le dio la razón al entrenador y sin el volante, Tévez se vio más fino que nunca. Villa y Salvio en las bandas para correr, Soldano fajándose, arrastrando y regresando, mientras el ex-Juventus y demás, libre por el medio para retroceder cuando lo viera conveniente, pedir la redonda y liderar desde la posesión.
Boca se medirá con el Santos de Soteldo el 6 y 13 de enero. La ida será en Buenos Aires.
Escrito por: Santiago Aceituno R/ @SantiAce23
Foto: @BocaJrsOficial