¿La colectividad mostrada ante la Atalanta y Leipzig fue un espejismo parisino? Cuando la colectividad se montó en el bus de Thomas Tuchel, que piloteaban Neymar y Mbappé, el PSG defraudó en la final. Y no precisamente por perderla.
Al aterrizar en Lisboa, el París Saint-Germain denotaba una mentalidad dispuesta a romper sus propios límites. Y de hecho, lo hicieron porque se metieron en su primera final de Champions League. Eso sí, contra rivales de poca monta, que con menor presupuesto habían realizado una temporada especial.
Así llegó el PSG a la final, con Neymar en buena lead y Mbappé recuperado de sus dolencias. El brasileño como gestor de juego, y sin goles, mientras que Kylian siendo el mismo mordiente extremo que lleva terror en sus botines. A esa dupla se le sumaba el angelito Di María como tercer actor de reparto.
Neymar – Mbappé: no pudieron esta vez
Ellos, la dupla temible de la capital francesa, metieron a este club a su primera final por la Orejona y no es poca cosa. Sin embargo, no eran primerizos en este tipo de partidos definitivos.
Neymar sabe lo que es ganar una Champions, y marcar. Mbappé sabe lo que es ganar un Mundial y marcar. Esta vez se toparon contra Neuer, y poco más. No generaron el fútbol esperado, y tampoco contaron con una colectividad sólida para sentirse más cómodos frente a la zaga alemana.
¿Seguirán en París para tener una nueva revancha?
Tuchel también influyó en la caída del PSG
El entrenador alemán diseñó un plan para evitar caer en un duelo de ida y vuelta con el Bayern. No le resultó la estrategia, y cuando tuvo que cambiar, le erró en las elecciones de los protagonistas.
Sacó a Ángel Di María en su mejor momento, apostó por un desaparecido Draxler y volvió a confiar en Eric Choupo-Moting. Ninguno entró en sintonía, mientras que Di María fue a acompañar a un solitario Mauro Icardi, que vivió la experiencia desagradable.
No entró en uno de esos partidos, por los que se supone, el PSG pagó más de 50 millones de euros al Inter de Milán.
Así se fue quedando sin argumentos un equipo que volvió a depender más que nunca de Neymar y Di María. Todo había sido un espejismo.
Escrito Por: Raúl Zambrano Cabello / @ZambranoPoesia
Foto: Agencias
