Sueño con alguna vez en mi vida poder verte triunfar, sueño con ver y escuchar tu grito de felicidad, que logres sacar esas lágrimas de alegría. Venezuela, te he visto sufrir tanto, me has visto sufrir tanto, has pasado por procesos y qué duros procesos, pero aquí te seguimos acompañando. El venezolano de verdad, el que te ama y te vive, te acompañará hasta el final de sus días. Venezuela, Vinotinto, hazlo por los que están y por los que se fueron, por esas personas que ya partieron y soñaron verte triunfar algún día, verte en lo más alto. Porque el fútbol es de oportunidades y el fútbol te dará la oportunidad.
Creo que soy uno de los pocos que no muestra idolatría hacia otras selecciones de fútbol. Reconozco el talento de cada uno, pero jamás te cambiaría a ti, mi Vinotinto. Y sí, nos mueve la fe y la esperanza de verte triunfar, te apoyo desde que tengo memoria.
Recuerdo aquel partido de Copa América contra Paraguay en el 2011. Recuerdo como cada vez que ganabas, dormía con tu camisa, dormía con tus colores, dormía feliz porque un niño estaba viendo a su selección ganar. Recuerdo el Mundial Sub 20 en el 2017 contra Uruguay, aquella falta que le hicieron a Yangel y cómo heroicamente salía del banquillo aquel muchacho llamado Samuel Sosa, que se convertiría en el héroe de la madrugada para los venezolanos.
Grité ese gol como ningún otro. Recuerdo estar con mi papá viendo los últimos minutos del partido y algo dolidos porque no merecíamos irnos con la cabeza abajo. Sosa, hiciste ese gol que gritó toda una nación. Recuerdo aquel abrazo con mi papá, recuerdo irme feliz al colegio porque habíamos clasificado a la última instancia gracias a Wilker con sus atajadas magistrales en los penales. Todos hablaban de ti, mi Vinotinto, y la felicidad era incomparable. Triste para el país haber perdido esa final donde todos sabemos el desenlace.
Vinotinto, te veo y digo cuántas cosas has pasado, cuántas cosas he pasado, cuántas cosas hemos pasado los venezolanos, cuántos años han pasado. Venezuela, te quiero ver triunfar, te quiero ver reír y llorar de felicidad. Quiero que logremos la meta y que luego veamos hacia atrás y nos demos cuenta de todo lo que tuvo que pasar para que una nación, para que un país pueda disfrutar por primera vez de ver a su selección en un Mundial.
Venezuela, no importa los años que pasen, te seguiré apoyando, amando, cuidando y defendiendo como si se tratara de algún miembro de mi familia. Y quiero que te quede algo claro: eres parte de la familia, eres parte de cada una de las familias de los venezolanos. Te amamos con el alma y el corazón.
Escrito por Jesús Guerra
También te puede interesar:
