El sorprendente tenista español de 19 años, Carlos Alcaraz, conquistó el segundo título ATP Masters 1000 de su carrera, después de superar al alemán Alexander Zverev en la final del Madrid Open, con una exhibición de poderío que le permitió encarrilar el partido mucho más fácil de lo que en la previa se anticipaba.
Alcaraz solo necesitó de 62 minutos para doblegar al número 3 del mundo. Se impuso 6-3 y 6-1, ante su público, en el remate de lo que ha sido catalogado por la prensa mundial como una actuación histórica dentro el circuito de la ATP.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero se convirtió en el campeón más joven en la historia del torneo, en una semana que ha detenido el tiempo. Tras tumbar a Rafael Nadal, Novak Djokovic y Alexander Zverev, tres de los mayores titanes del tenis reciente, Alcaraz ha derribado la puerta sin pedir permiso. Además, es el primer tenista en 15 años que se quita de encima a tres rivales ubicados dentro del top4.
Carlos Alcaraz hizo deslucir a Zverev
La solidez de Alcaraz aceleró las revoluciones de Zverev, que comenzó a buscar soluciones en línea recta. El de Hamburgo abandonó la línea de fondo para probar la media pista, entrando en un terreno que es una alerta roja. Una tímida volea en la red hizo saltar por los aires el gran arma del alemán, un servicio endurecido a fuego durante todo el torneo.
Alcaraz guardó en su bolsillo la rotura (4-2) y subió con fuerza la cremallera, convirtiendo el primer set en una utopía para el vigente campeón. El murciano protegió con fuerza sus turnos de servicio hasta inclinar de su lado el primer set, desatando una erupción en la grada. Si el Estadio Manolo Santana era su coraza, Carlos acababa de quedar protegido.
No hay en este momento un jugador más hambriento que el español. Asestar una manga bestial al vigente campeón no calmó su ambición, y poco tardó en demostrarlo en el segundo parcial. Alcaraz arrebató a Zverev un turno de servicio en blanco, algo impensable en Madrid, con una dejada que ya es icono dentro del circuito.
Imparable en la Caja Mágica
Aunque Alexander ha sido un jugador imparable en la Caja Mágica, con un balance de 19 victorias en 21 partidos disputados, Alcaraz pareció competir con un margen maravilloso. El desazón del alemán, con las ideas nubladas y el interior removido, fue el mejor espejo de lo vivido sobre la pista.
Carlos Alcaraz manejó la ventaja alejado del miedo escénico. En una pista que era una ratonera en altitud, ideal para la pegada de su adversario, Carlos encontró la respuesta a cualquier pregunta. Con un globo devoró un nuevo servicio de Zverev, al que maniató con dos roturas (4-1) pesadas como el plomo.
El destino con la victoria no tardó en llegar para Alcaraz, que completó su gesta hasta llevar el delirio al graderío. Una doble falta de Zverev, noqueado en el polvo de ladrillo, entregó el triunfo al gran prodigio del circuito. En una de las finales más imponentes que se recuerdan, Carlos tumbó al vigente campeón con un brío absoluto. Esto no fue un triunfo, fue todo un terremoto en el circuito.
La victoria sirvió para resaltar la frialdad de Alcaraz en los partidos decisivos. El heredero de Nadal mantiene un balance impecable (5-0) en finales ATP, tras estrenar su palmarés en Umag 2021 y levantar las copas de Río de Janeiro, Miami, Barcelona y Madrid en un mágico 2022.
Escrito por: Redacción Sports Venezuela (Con información de ATP Tour)
Foto: Cortesía ATP Tour