Las posibilidades de Novak Djokovic de jugar el Abierto de Australia parecen reducirse con el pasar de las horas. De momento, el número 1 del ranking ATP se entrena en el Rod Laver Arena, tras el fallo de un juez que revocó la medida del gobierno australiano de cancelarle la visa y deportarlo, pero sigue sin tener certezas respecto de su participación en el primer Grand Slam del año y a expensas de la decisión de un ministro que estudia su caso y evalúa expulsarlo del país.
Las leyes de Australia confieren un poder especial al ministro de Inmigración para cancelar visas por cualquier motivo y el titular de ese despacho, Alex Hawke, considera la posibilidad de activar ese recurso para desterrar al serbio, quien es de postura antivacuna, y dejarlo definitivamente sin jugar el torneo que ha ganado en nueve ocasiones.
Las contradiciones de Djokovic
La situación ha empeorado para Djokovic. Autoridades detectaron contradicciones en la declaración que hizo el tenista ante los funcionarios de la Fuerza Fronteriza tras bajar de un avión que aterrizó el pasado miércoles en el aeropuerto de Melbourne.
‘Nole’ marcó ‘no’ en la casilla donde se le preguntaba si había visitado un tercer país antes de viajar a Australia. Al parecer el deportista mintió, pues en redes sociales hay testimonios de que se habría trasladado desde Marbella, donde reside, hasta su natal Belgrado para pasar las fiestas de Navidad. Luego de esto volvió a España y desde allí tomó el vuelo que lo llevó a Melbourne, previa escala en Dubái.
Aparte de ello, surgió una versión de una posible alteración del resultado en la prueba PCR que se practicó el tenista para solicitar la exención médica ante Tennis Australia. Djokovic declaró haber sido diagnosticado con covid-19 por segunda vez el pasado 16 de diciembre y con ello justificar su decisión de no vacunarse.
Sin embargo, el periodista Ben Rothenberg, colaborador habitual de The New York Times, llamó la atención sobre una situación irregular. En la PCR que proporcionó Djokovic se lee un resultado positivo, pero cuando se escanea el código QR que aparece en esa página el resultado es negativo.
A la espera de la decisión del ministro Alex Hawke
El panorama luce muy oscuro para Djokovic. Si las autoridades comprueban que mintió en su declaración de ingreso al país, el tenista no solo queda al margen del Abierto de Australia, sino que se expone a la posibilidad de ir a la cárcel y ser echado de aquel país, sin poder volver en un periodo de tres años.
Según la prensa australiana, la decisión del ministro de Inmigración sobre Djokovic ocurrirá no más allá del miércoles 12 de enero.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: ESPN