El griego Stefanos Tsitsipas firmó una increíble remontada frente a Rafael Nadal y lo expulsó del Abierto de Australia de manera anticipada, con lo que evitó una final soñada entre el astro español y el serbio Novak Djokovic en el primer Grand Slam del año.
Tsitsipas despachó a Nadal en cuartos de final, en un emocionante duelo jugado a cinco sets y que terminó 3-6, 2-6, 7-6 (4), 6-4, 7-5, tras cuatro horas de acción.
El del tenista heleno fue un resurgir de película, un volver de la mismísima eliminación, porque, tras dos mangas en la que fue borrado por Nadal, fue capaz de zafar de la estocada y darle vuelta a la historia. Tres errores poco comunes de Nadal en el tiebreak le dieron vida al griego.
Del tercer parcial en adelante, el decorado cambio y fue Tsitisipas quien impuso condiciones y se adueñó del escenario frente a un Nadal que acusó cansancio y se apagó de a poco.
“No ha sido suficiente esta vez. He tratado de luchar hasta el final, tuve buena actitud durante todo el partido y le doy todo el crédito a él, que subió mucho su nivel después de las dos primeras mangas. Cometí errores claros en el tiebreak que no debí haber cometido, ahí pude ganar el partido”, declaró Nadal en la rueda de prensa posterior al careo.
Nadal, cero excusas
Aún cuando estuvo bregando con problemas en la espalda desde finales de enero, Nadal evitó poner excusas por delante y atribuir la derrota a las dolencias físicas.
“No, no achaco la derrota a problemas en la espalda. Simplemente hay que aceptar estas situaciones y seguir adelante. La verdad es que de las cosas más positivas que extraigo es que, después de unas semanas complicadas, me voy más sano de lo que he estado durante casi un mes. Sí que es cierto que me ha faltado algo de chispa a nivel físico, pero tampoco creo que haya jugado mal, ni mucho menos”, aclaró.
Así las cosas, Nadal se marchó a casa sin poder conseguir el objetivo de llegar a la final y luchar por su segundo título en el Abierto de Australia, el torneo grande que más se le ha resistido y que solo ha ganado en una ocasión (2009), luego de 16 participaciones.
Además, el mundo del tenis se quedó con ganas de ver una tercera final entre Nadal y Djokovic en Melbourne Park, un clásico entre dos jugadores que acumulan entre ambos 37 títulos de Grand Slam (20 del español por 17 del serbio).
Con Nadal fuera, Djokovic parece tener el camino libre en su propósito de levantar el trofeo de campeón por novena vez en Australia y ratificarse como el máximo ganador vitalicio del estelar certamen. Este jueves enfrentará al ruso Aslan Karatsev, la sorpresa de la cita, mientras que en la otra semifinal medirán fuerzas Tsitisipas y el ruso Daniil Medvedev.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: Cortesía