A las 6.05 de la mañana de este viernes (30 de julio), hora de Venezuela, inicia el camino de Yulimar Rojas hacia la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio. La venezolana acomete la ronda clasificatoria del salto triple, como paso previo a lo que se espera sea su consagración olímpica en el salto triple, cinco años después de haber perdido una intensa batalla con la colombiana Catherine Ibargüen y quedarse con la presea de plata.
Rojas es la clara favorita. Ahora, con 24 años, acumula más experiencia y de Rio 2016 a la fecha ha marcado una evolución asombrosa, al punto de que ha mejorado su salto hasta en 45 centímetros, mientras que Ibarguën transita por la parte final de su carrera y en suelo nipón se plantea una despedida digna, aunque sin aparecer dentro del paquete de favoritas.
La venezolana ha sido la figura de esta especialidad en los últimos cuatro años y cada vez da más saltos hacia la inmortalidad, sin que nadie la pueda frenar, ni siquiera la pandemia. Desde hace un par de temporadas coquetea con el récord mundial y hace apenas unos meses (mayo de este año) amenazó de nuevo la plusmarca orbital (15.50), que está en poder de la ucraniana Inessa Kravets desde 1995, tras impulsarse hasta los 15.43 en el mitin de Andújar, en España, lo que le situó como dueña del mejor registro del año y la dejó a siete centímetros del guarismo de Kravets.
Yulimar Rojas quiere el doblete
Rojas no parece tener rivales que le hagan sombra. Mientras la criolla ha cruzado la frontera de los 15 metros hasta en once ocasiones en 2021, apenas tres de sus contrincantes han logrado acercarse a esa marca: la jamaiquina Shanieka Ricketts (14.98), la cubana Liadagmis Povea (14.93) y la estadounidense Keturah Orji (14.92).
De allí a que, sin que se considere un exceso de triunfalismo, se hable de una dorada segura para Rojas, a quien solo la puede sacar de su cita con la historia un evento extradeportivo o una lesión.
La nacida en Caracas y formada en Anzoátegui, pero que reside en España, donde se entrena bajo la orientación del cubano Iván Pedroso, se plantea un doble objetivo de Tokio. En la pista del estadio Olímpico quiere hacerse inmortal y por ello, además de la presea de oro, que le convertiría en la primera deportista mujer de Venezuela en alcanzar un título olímpico, busca ser la primera triplista en superar los 16 metros.
Para mí lo más importante es la medalla de oro olímpica, es la cima de todo, pero el récord es un símbolo importante más cuando estoy a siete centímetros de lograrlo (15.43): las medallas persisten y nunca dejamos de ser campeones olímpicos, por su parte, los récords son recordados por muchos años, y yo quiero dejar mi nombre escrito en la historia.
Yulimar Rojas
Primeros saltos rumbo a la final
Un primer paso para Rojas será lograr este viernes el pase a la gran final, algo que nadie duda ocurrirá visto el rendimiento que ha tenido en los últimos meses.
Empieza, entonces, el vuelo de Yulimar Rojas en Tokio y con ello afloran las esperanzas de Venezuela de verla en lo más alto de podio y vivir una segunda alegría, tras la medalla de plata que reportó el pesista Julio Mayora el pasado miércoles, en el preámbulo de un fin de semana que también prevé la participación de la leyenda del BMX freestyle, Daniel Dhers.
La final del salto triple femenino está programada para el domingo 1º de agosto desde las 7.15 de la mañana (hora venezolana).
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: Cortesía