PJ Tucker es un obrero líder que sostiene a los Houston Rockets. Generalmente lo hace a nivel defensivo, con emparejamientos que en teoría lo desfavorecen, pero que él termina aceptando por diseño y lo hace de maravilla. Pero en ofensiva tiene dos grandes recursos que le dan mucho a los dirigidos por Mike D’Antoni: los triples y las «flotadoras». Este segundo recurso fue clave para salvar la temporada de los texanos este miércoles ante Oklahoma City Thunder, incluso más que el paradójico tapón de Harden a Dort.
Muy poco se habló de esta jugada. Oklahoma venía de tomar la ventaja con 1:42 por jugarse (102-101). Fue gracias a un triple de Shai Gilgeous-Alexander. Houston, con mucho más que perder, tenía toda la presión sobre sus hombros, además de tres partidos en la serie que se decidieron por detalles, y todos favorecieron a OKC.
En la posesión siguiente, para responder, apareció PJ Tucker, quien en la esquina recibió un buen pase de James Harden. Finta de tiro a Steven Adams, balón en el suelo seguido de la sutil flotadora para darle la ventaja nuevamente a su equipo. Ventaja que fue definitiva, cabe destacar.
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El IQ de PJ Tucker
Todos esperaban que Tucker tomase el triple. Es su principal recurso, el triple de esquina. Y esa fue la clave para tomar ligeramente desprevenido a sus rivales. Adams se «comió» el amago de PJ, y Shai tardó un poco en reaccionar y contestar al lanzamiento.
La cordura de PJ Tucker lo valió todo. Él más que el resto sabía que podía encestar esa bandeja. Como agregado, había fallado un triple en la misma zona 30 segundos antes. De hecho, erró 6 de sus 7 lanzamientos de larga distancia. Dicho condicionante ayudó a que apelase por su otra arma.
Serán meras suposiciones irrelevantes el pensar qué hubiese pasado si PJ tomaba el triple y erraba. No obstante, es un ejercicio válido dadas las circunstancias. En el mejor de los casos, OKC hubiese rebajado el reloj a un minuto exacto. El balón iría a Chris Paul. Y sintiéndose más confiados, respaldados por un mejor cierre, el contexto de los últimos partidos y por el marcador, el Thunder quizás hubiese terminado de empacar las maletas de Houston.
PJ Tucker lo volvió a hacer. Por sus manos pasó la temporada de los Rockets, y él no dejó que se le escapase. Bonita coincidencia es que el incansable león robó el balón en la última jugada del partido. Siempre en mi equipo.
Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: ESPN.