La incertidumbre con respecto al futuro de Odubel Herrera en los Filis de Filadelfia, e incluso en las Grandes Ligas en general, llegó a su máximo nivel en 2019, cuando el jardinero fue suspendido por violar la política de violencia doméstica del principal ente beisbolero del mundo.
El «Torito» no estuvo disponible para regresar al terreno sino hasta 2020, momento en el que la organización cuáquera optó por sacarlo de su roster de 40 peloteros y enviarlo a las ligas menores. Por si fuera poco, apareció la pandemia y el torneo de las filiales fue suspendido en su totalidad.
En un intento por sacudirse algo del polvo del año pasado, Herrera decidió uniformarse en la pelota invernal dominicana con los Toros del Este, divisa con la que apenas pudo disputar un par de compromisos antes de sufrir una lesión que le impidió continuar.
Palabras más, palabras menos, el zuliano llegó a su último año de contrato garantizado con los Filis con lo que parecía ser una desventaja insuperable.
Filadelfia decidió darle un espacio en sus entrenamientos primaverales de este año, pero su modesto desempeño no ayudó a aclarar las dudas sobre su futuro y el All-Star de 2016 fue enviado al complejo alterno de la novena.
A finales de abril, de vuelta en la gran carpa por primera vez en casi dos años, Herrera se fue en blanco en sus cuatro juegos iniciales, todo esto mientras afrontaba las recurrentes preguntas de la prensa sobre su incidente e intentaba aclimatarse nuevamente a un clubhouse que no sabía a ciencia cierta qué esperar de él.
Resurrección en el plato:
Y entonces las cosas fueron cambiando poco a poco. El guardabosques finalizó mayo con una respetable línea ofensiva de .292/.367/.438, con seis dobles, un triple, dos jonrones, nueve fletadas y un OPS de .804 puntos.
Durante la recta final de ese mes, el dirigente Joe Girardi comenzó a probar al venezolano como primero en el orden de forma esporádica, hasta que se terminó haciendo costumbre escribir su nombre en el tope del lineup en junio. En 10 desafíos en lo que va de este tercer mes de actividad en las mayores, Herrera conecta para .302 de average, con un OPS de .906.
El movimiento al primer puesto en el orden ha traído resultados maravillosos para los Filis hasta ahora, pues el paleador sacude para .304/.339/.500 en la cima de la alineación. Odubel se ha combinado con el dominicano Jean Segura para formar una de las mejores combinaciones 1-2 de toda la Liga Nacional en las últimas semanas.
Herrera, de 29 años de edad, tiene un porcentaje de ponches de 16.4%, ampliamente el más bajo de su carrera de seis años en el máximo escenario. Además, su tanto por ciento de boletos (8.2%) está cerca de la mejor marca de su trayectoria.
El éxito de la dupla de Herrera y Segura en la parte alta del lineup es algo que los Filis estaban buscando con urgencia, luego de que el corazón ofensivo del club, encabezado por Bryce Harper y J.T. Realmuto, encontrara las almohadillas vacías con frecuencia a comienzos del año. Los ocho bambinazos que tenía Harper antes de la jornada del martes llegaron sin hombres en circulación.
Ahora, con unos cuáqueros con balance sobre .500 (32-32) tras ganar siete de sus primeros 10 duelos del presente mes, Herrera luce en camino a retomar el ritmo ofensivo que lo llevó a ser uno de los principales baluartes de la organización hace un lustro.
Su futuro más allá de 2021 todavía sigue rodeado de incertidumbre, pero cuando menos el venezolano logró aclarar un poco su presente, algo que no conseguía desde aquel penoso incidente.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Icon Sportswire.