La adquisición de José Alvarado por parte de los Filis en una transacción que involucró a tres equipos el pasado mes de diciembre, bien podría pasar a la historia como una de las más importantes para la organización en estos tiempos. Asimismo, también pudiera convertirse en uno de los pocos grandes errores de la usualmente acertada directiva de los Rays.
Alvarado, quien pasó sus primeras cuatro campañas en las Grandes Ligas con Tampa, terminó la zafra 2020 con una efectividad de 6.00, un WHIP de 1.66 y peor aún, en una condición física deplorable. Para el momento en que dicha contienda llegó a su fin, Alvarado rondaba las 300 libras de peso.
«Todo ha cambiado. Todo es diferente«, le comentó el zurdo al portal oficial de los Filis esta semana.
El zuliano, de 26 años de edad, se presentó en los entrenamientos primaverales de su nueva organización con hasta 30 libras menos. A base de entrenamientos y una dieta estricta, Alvarado está en lo que pareciera ser su contextura ideal.
«Estoy muy feliz. Mi cuerpo es distinto. Siento más poder. Me dicen que estoy moviéndome mejor y que todo está bien», explicó el joven lanzallamas. «Quieren que me mantenga en 250-260 libras. No necesito bajar más de allí. Estoy comiendo mejor ahora. Ya no estoy ingiriendo comida chatarra, no estoy bebiendo refrescos o cerveza. Tomo mi café, mi agua y mi buena comida. Eso es todo».
Absolutamente «nasty»:
Los resultados de su mejoría han sido más que evidentes. En 26 presentaciones antes de la jornada del viernes, Alvarado registraba una efectividad de 3.04, junto con 32 ponches en 23.2 entradas sobre el ruedo. Su gran problema han sido los boletos, pues ha otorgado 22 de ellos en lo que va del actual torneo; pero a este punto en el que los beneficios son tantos, Filadelfia está más que dispuesta a lidiar con esas fallas.
«El problema de sus boletos se debe a lo mucho que se mueve la pelota con su slider y sinker«, explicó el coach de pitcheo de los cuáqueros, Caleb Cotham. «Hay trabajo por hacer en cuanto a recortar su mecánica. Creo que allí es donde su crecimiento llegará. Ha hecho un gran trabajo con eso en ocasiones, pero en otras no sale como quiere. Él puede ser tan bueno como desee. Mientras más encare al bateador y entre en su modo competitivo, mejor y mejor será. Posiblemente el mejor«, agregó.
En su más reciente aparición el miércoles en Dodger Stadium, Alvarado ponchó a cada uno de los tres bateadores que enfrentó con tan solo 11 pitcheos en un octavo inning perfecto. Lanzó 22 envíos, de los cuales 18 estuvieron en la zona de strike.
«No me importa cuál equipo tenga de rival o a qué bateador esté enfrentándome. Mi plan siempre es el mismo: permanecer en el medio (del plato)», aseguró el relevista. «Enfocarme en la mascota y eso es todo. Sé que lanzo duro. A veces demasiado y por eso se me hace difícil controlar los pitcheos. También sé que regalo muchos boletos, pero estoy trabajando en eso».
Alvarado se posiciona en el 4% de los lanzadores con mejores registros en los departamentos de promedio velocidad de salida de los batazos en su contra (85 mph.), xBA (.162) y xSLG (.259).
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: NBC Sports.