Febrero es especial para la NBA porque marca la celebración del Mes de la Herencia Afroamericana. La actividad sirve para homenajear a atletas de color, en especial, a Chuck Cooper, quien rompió barreras raciales en la liga de baloncesto.
Cooper (alero/ ala pívot) nació el 29 de septiembre de 1926 en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos, y se erigió como el primer descendiente de africanos en ser escogido en un Draft de la NBA.
Eso ocurrió en 1950 cuando Celtics de Boston lo seleccionó en la segunda ronda para sentar un precedente histórico en el deporte ráfaga.
Fue la décima segunda selección global del reclutamiento colegial, en el que Paul Arizin (escolta/alero) era el principal prospecto universitario y por eso Warriors de Filadelfia lo tomó como primero de todo el proceso.
Cooper respondió en su debut
El estadounidense, egresado de la Universidad de Duquesne, respondió con buenas actuaciones en una época en la que las posesiones largas y las defensivas asfixiantes eran características de la disciplina de los gigantes.
En 66 encuentros disputados en la campaña 1950-1951, promedió 9.3 puntos, 2.6 asistencias y 8.5 rebotes. Todo eso demostró que tenía condiciones especiales para laborar en la NBA.
Jugó con Boston durante cuatro temporadas y en ellas intervino en 272 choques. Acabó con medias de 6.7 unidades, 5.9 capturas y 1.8 pases de anotación.
Las otras paradas del atleta
Tras finalizar su actuación con Celtics, Cooper pasó a Hawks de Milwaukee en la cita 1954-1955 y permaneció con esa franquicia hasta su mudanza a San Luis (1955-1956).
En 105 partidos (1.5 campañas) dejó averages de 6.8 contables, 6.6 tableros y 1.8 asistencias con los emplumados.
En la recta final del certamen 1955-1956 pasó a Pistons de Fort Wayne. A esa agrupación le prestó sus servicios por 32 desafíos y mantuvo promedios de 3.9 tantos, 3.2 rebotes y 0.9 asistencias para cerrar su carrera en la NBA.
Terminó su pasantía de seis contiendas en la Meca del Básquet con medias de 6.7 dianas, 5.9 capturas y 1.8 habilitaciones para canastos en 409 cotejos.
El privilegio del afroamericano
Sus números y la hazaña en el Draft de la NBA le permitieron ganarse un lugar en el Salón de la Fama de Springfield, donde es considerado uno de los principales íconos de la especialidad creada por James Naismith.
El basquetero murió el 5 de febrero de 1954 en territorio norteamericano y cada febrero es recordado por deportistas, entrenadores y trabajadores de la NBA como un hombre que superó obstáculos en una época en la que el color de piel limitaba las oportunidades laborales.
Sin lugar a dudas, Cooper se transformó en un símbolo de las personas de raza negra y su legado será eterno.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: NBA