Gregory Echenique: «Siempre que pueda estar en la selección, yo estaré»

Este jueves, la periodista Jhoana Perdomo realizó una entrevista vía Instagram Live con Gregory Echenique, uno de los basquetbolistas venezolanos más destacados en la actualidad. Tras repasar cada etapa de su carrera, «Greg» dio la conocer la verdadera razón por la que no asistió al Mundial de China 2019: una lesión en el dedo pulgar derecho.

«En ese entonces tenía un toque en el dedo pulgar derecho. Era algo que traía de Japón, en donde jugamos 60 partidos y la carga es muy dura. Si seguía jugando, y no guardaba el reposo que tenía que guardar, la situación iba a empeorar, y me podía perder hasta cinco meses«.

Gregory Echenique, comprometido

En su momento, la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) señaló que Gregory Echenique no asistiría a la Copa Mundial de China 2019 por «asuntos familiares».

Aunque no es ningún secreto que los asuntos familiares siempre rodean a los deportistas de alto rendimiento, en este caso la razón real de su ausencia en la Copa del Mundo fue la lesión.

«Hablé con el cuerpo técnico de la selección, ellos me entendieron y me apoyaron. El grupo también entendió. No sabía cómo decírselos, porque a pesar de ser una excusa válida, tenía un compromiso con ellos«, agregó.

Si Gregory forzaba, y seguía jugando, las probabilidades de que la lesión empeorase eran muy altas. Y en tal caso, para recuperarse hubiese necesitado de una cirugía que lo podía alejar de la cancha hasta cinco meses.

Pensando en su futuro, y en conseguir un nuevo contrato para la campaña que estaba por comenzar, el caraqueño tomó la mejor decisión: reposar y sanar.

En conclusión, Echenique despejó todas las dudas acerca de su compromiso con la selección nacional de Venezuela. Dejó claro que su deseo es vestir la «Vinotinto» siempre que pueda.

De hecho, todo estaba dado para que regresara en el Preolímpico rumbo a Tokio 2020. Por culpa de la COVID-19, su esperada participación con Venezuela deberá esperar unos meses.

Yo iba a jugar en el Preolímpico, íbamos a buscar el cupo a Tokio. Será el año que viene, si las condiciones están dadas. Siempre que pueda estar en la selección, yo estaré«.

«No me quiero ir de Japón»

El venezolano también dio un balance de su experiencia en Japón, la cual ha sido muy fructífera. «La fanaticada japonesa es muy fiel y muy respetuosa. Incluso me sorprendió el hecho de que me aplaudieran aún cuando jugamos de visitantes. Son muy creativos y organizados«.

En la temporada 2018-2019, Echenique dejó números para recordar: 19.0 puntos, 13,7 rebotes –líder de la competición-, 2.4 asistencias y 61.8% en tiros de campo, con una eficiencia de 29.2. Su aporte fue trascendental para el ascenso del Shimane Susanoo Magic a primera división.

No se quedó en primera con el Shimane, sino que reforzó a las «Libélulas» de Hiroshima, equipo que se encontraba en la B2.

En Hiroshima hizo historia. Se quedó con el galardón al «Jugador Más Valioso» de la temporada, tras promediar 21.2 puntos y 12.1 rebotes. Además, volvió a lograr el ascenso. logro inédito para el equipo.

«Regresaría con ellos a la primera división para la próxima temporada. Es la primera vez que ellos (Hiroshima Dragonflies) ascienden. Toda la ciudad está muy contenta con el logro«.

El golpe que le pudo costar su carrera

La profunda entrevista, que le permitió al criollo hablar desde cómo se inició en el deporte hasta sus deseos para el futuro, nos dejó una anécdota que ocurrió mientras «Greg» estaba en el baloncesto universitario.

Estando en la Universidad de Rutgers, en su segundo año, Echenique recibió un golpe en el ojo izquierdo, en la práctica. El doctor del equipo le comentó que el golpe no había sido nada.

Gregory volvió a jugar. No solo en la práctica, disputó algunos partidos de la campaña. Pero llegó al límite: estaba perdiendo la visión periférica. Al ir al oftalmólogo, se le detectó un desprendimiento de la retina.

Con la intención de que regresara rápido, intentaron la intervención con láser. Pero el desprendimiento era más grande de lo esperado. Necesitó cirugía, y las dos semanas de recuperación pasaron a ser seis o siete meses.

«El oftalmólogo me dijo que si hubiese ido al principio, el proceso hubiese sido más corto. Sin saberlo, casi me quedo ciego del ojo izquierdo«.

A raíz de tan traumática experiencia, el pivot decidió cambiar de universidad. Por ello recaló en Creighton, alma máter en donde culminó su carrera universitaria y además tuvo la oportunidad de disputar el Campeonato Nacional de la NCAA.

Su vínculo con la universidad fue tan bueno, que actualmente Gregory Echenique, durante el parón, está viviendo en Omaha, Nebraska, ciudad en donde está ubicada la Universidad de Creighton.

Allí se prepara para los compromisos que le esperan en Japón, y posteriormente con la selección, cuando se reanuden las actividades deportivas.

Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF
Fuente: Jhoana Perdomo / @jhoanadpl
Foto: FIBA.

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