Historias del baloncesto: La aventura de un español en Corea del Norte

El baloncesto en Corea del Norte, al igual que el país en general, es un enigma para el público occidental fanático del deporte de la canasta. Sin embargo, su selección en algún momento fue entrenada por alguien de habla hispana.

Así es la historia del director técnico español Ricardo González Dávila en Corea del Norte, quien fue seleccionador masculino y femenino en 2017.

Dávila es un auténtico trotamundos, pues, además de su natal España, ha estado en Uruguay, Chile, Bolivia, Noruega, Islandia, Túnez, Costa de Marfil y por supuesto Corea del Norte, lugar en el que se desarrolla esta historia.

Su llegada al país más hermético del mundo se dio gracias a un correo electrónico que le llegó un día: “La verdad es que no lo pensé mucho. A mí me apetecía mucho tener una experiencia así”.

Cuando llegó se encontró con un contraste cultural evidente. Un país lejano en distancia y también en lo social: “Les pregunté mis inquietudes, las resolvieron rápido, aunque la realidad es muy diferente, sobre todo con el tema internet. Mucha gente me decía que estaba loco cuando acepté la oferta. Ninguno me animó mucho por todo lo que se decía de Corea del Norte, pero al volver te digo que estaba loco si no hubiese ido”, afirmó.

Pero Richi llegó a ese país para entrenar, y enfocarse en lo que pasaba adentro de la cancha y se sorprendió con lo mucho que entrenan, sus dotes técnicos y la efectividad que tienen en su tiro: “En cuanto al tiro no he visto nada igual y he entrenado en 10 países. De 12 lanzamientos de 7-8 metros anotaban 11. Ellos basan su juego en correr, hacer un pase y lanzar”, dijo.

“Entrenan mucho. En esos dos meses allí entrené lo mismo que una temporada entera en España. Eran 6 horas al día. Recuerdo que un día terminé 15 minutos antes porque me equivoqué de hora y no entendían por qué se acababa antes el entrenamiento. Para ellos era inconcebible, así estén muy cansados”, contó.

Para el estratega lo que diferencia a los norcoreanos del resto del mundo era su aislamiento y comprensión táctica del juego: “Tácticamente están lejos de cómo se juega el baloncesto hoy en día. Tampoco ayuda mucho el no tener liga local y no participar en todas las competiciones internacionales. Solo participan cuando creen que pueden hacer un buen papel”, señaló.

“Muchas veces el salto de calidad te la da tener una liga local y enfrentarte a extranjeros de buen nivel. Me preguntaban quién era el mejor del mundo y les hablaba de LeBron James o Stephen Curry, pero no sabían quienes eran».

Sin embargo, el español tuvo una grata sorpresa respecto al nivel del equipo femenino, del cual cree que si se les dejara jugar en otros países podrían competir internacionalmente a un buen nivel.

Mitos y barreras

Como todas personas, Dávila arribó con las pocas noticias que llegan de ese país. Incluso, se decía en los portales deportivos que habían reglas diferentes que en el resto del mundo.

“Había leído un artículo de Marca que decía que los triples valían 4 y las clavadas 3. Siempre pensé que era un bulo porque al final ningún país tiene esas normas que van en contra de reglas FIBA”.

También fue una barrera el idioma: “Es complicado porque como en toda Asia no se habla mucho inglés y como los traductores eran del gobierno tampoco podías hablar más allá del ámbito laboral”.

Después de dos meses allí, Ricardo tuvo que despedirse de Corea del Norte a raíz por un tema personal. “La idea era entrenarlos para el FIBA Asia, pero coincidía con el nacimiento de mi hijo y el orden de prioridades estaba claro”, relató, aunque todavía está abierto a regresar a aquel país que lo albergó.

Trotamundos

Dávila comenzó ese peregrinar por el resto del mundo después de estar en Uruguay: “Latinoamérica para los hispanos es nuestra segunda casa. A mí me maravilló esa experiencia, porque conoces otras culturas y hay aprovechar ese enriquecimiento que no tiene comparación con nada. Es algo impagable”.

El español le gustaría dirigir en Venezuela, país que visitó con Leones de Quilpué (Chile), club con el cual disputó torneos continentales en Barquisimeto, Lara.

«El baloncesto en Venezuela siempre me ha atraído. Es un país que me gusta mucho, además de que tienen jugadores muy buenos, con talento y físico. Ojalá se me dé esa opción porque me encantaría «, manifestó.

Escrito por: Alejandro Fernández / @AlejoFer1398
Fotos: Cortesía

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