Michael Jordan es para muchos el mejor jugador de la historia, pero en cuanto a su rol como ejecutivo, ha dejado dudas tras el nuevo fichaje de los Charlotte Hornets. Gordon Hayward cobrará 120 millones de dólares por cuatro años, proveniente de la agencia libre. Esta temporada ganará más que Damian Lillard en la anterior.
Hayward y sus lesiones, la crítica a Jordan
Hayward es un jugador bien valuado en la liga, cuando está sano. En su debut con los Celtics disputó el primer encuentro y se perdió el resto de la campaña por una fea caída. En la 18/19 pasó a ser suplente y se mantuvo en ese rol.
Regresó al quinteto titular para la última temporada y promedió 17.5 puntos, 6.7 rebotes, 4.1 asistencias, 50% en TC y 38% de triples acertados. Buenos números, sin embargo, volvió a quedarse fuera por un esguince en el tobillo cierta parte de la postemporada.
Con 30 años, el alero llega a un equipo en el que sus principales figuras son jóvenes. LaMelo Ball fue la selección en el draft, y Jordan, al parecer, no quiere esperar mucho para ser competitivo. El problema es que le dio un contrato de superestrella a un basquetbolista que solo fue All-Star una vez y nunca ha sido escogido en un All-NBA.
A primera vista, no luce como una adquisición ideal. Además, las fuentes indican que cortarán a Nicolas Batum y así harán factible el arribo de Hayward. Por lo que también le estarán pagando 27 millones al francés, que cargaba con un contrato igual de debatible al del ex-Jazz.
Deportivamente, le sumará a este grupo. Crea oportunidades, es efectivo lanzando, y defiende de buena manera. No obstante, financieramente, puede ser un dolor de cabeza en el futuro de la gerencia. Está amarrado cuatro años. Difícilmente otra franquicia acepte un intercambio en un intento de sacárselo de encima si las cosas no salen como se esperan. Si bien Jordan es propietario de los avispones, se dice que tiene poder en estas decisiones.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: NBA
