Patty Mills: de Héroe Australiano a relevo en Brooklyn

El verano de Patty Mills fue invaluable para un atleta que estuvo a las puertas de la primera medalla de su país en una cita global como los Juegos Olímpicos o un Mundial de básquet. Australia consiguió de su mano el bronce en Tokio 2020 con una actuación histórica del base aborigen, y ahora le tocará regresar a su «menos emocionante» realidad en la NBA vistiendo una nueva camiseta, la de los Brooklyn Nets.

Abanderado y estrella de Australia

No solo fue para sorpresa de nadie la figura del seleccionado como cada ocasión que se presenta a un torneo internacional. Sino que le dieron el honor de llevar la bandera de su nación durante el desfile de inauguración con toda una carga socio-cultural al tener siempre presente sus orígenes indígenas. Devolvió ese gesto subiendo a los suyos a un podio olímpico luego de perder el duelo por el tercer lugar en cuatro ocasiones. Él mismo sufrió ese revés 5 años atrás en Río 2016.

Fue el tercer mejor anotador del certamen en promedios (23.3 detrás de Ricky Rubio y Luka Doncic) y el segundo en totales con 140, 3 menos que el esloveno. Pero lo que verdaderamente marcó su participación sobre la capital nipona ocurrió en la disputa por el bronce contra los balcánicos al sumar 42 tantos para lograr la ansiada victoria y el prestigioso metal. Su récord personal de puntos a nivel FIBA, justo a tiempo para romper la sequía de preseas de los oceánicos.

Patty Mills regresa a Estados Unidos para reforzar a los Nets

Con una década saliendo del banco en San Antonio, Mills cambió de rumbo y se une al «Super Equipo» dirigido por Steve Nash. Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden son el nuevo tridente al que resguardará como supo hacerlo con Tony Parker, Manu Giinóbili y Tim Duncan algunas campañas atrás, obteniendo ese trofeo en 2014 junto al que ha sido su mentor en la liga, Gregg Popovich. El acuerdo sería de 2 campañas por 12 millones de dólares.

Cuando sale de Estados Unidos se convierte en un basquetbolista élite, al regresar pasa a ser un jugador de rol. De la veintena de unidades acostumbrada con Australia, a la decena promediada sus recientes temporadas. No obstante, con el mismo potencial de ponerse la capa y salvar el día si su equipo lo requiere, como demostró muchas veces en Texas.

Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23

Foto: FIBA

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