La muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policÃa blanco despertó una ola de protestas en Estados Unidos y varias partes del mundo. La condena de racismo se expandió a la NBA, organización que cuenta entre sus exponentes con un gran componente afroamericano.
De hecho, más del 80% de los jugadores de la NBA no son de origen caucásico, aunado a la gran población de estrellas provenientes de Ãfrica y hasta del viejo continente, pues muchos tienen antepasados que inmigraron a Europa, como Giannis Antetokoumpo o el nacionalizado español Serge Ibaka.
Kyrie Irving, LeBron James y demás estrellas del mejor baloncesto del mundo se pronunciaron para condenar el »racismo sistemático» que existe en la nación norteamericana. Esto hace tambalear el reinicio de la temporada el próximo 31 de julio.
Irving propuso un boicot de acuerdo a lo publicado en los últimos dÃas por New York Daily News. La estrella de Brooklyn le habrÃa planteado a varios de sus compañeros no presentarse en Disneyland cuando toque saltar de nuevo a las pistas. Esto no es nuevo, el racismo siempre estuvo latente dentro de las duelas.
Racismo fue protagonista en la rivalidad que revitalizó la NBA
El racismo ayudó a levantar la NBA, por muy cruel que pueda sonar, y es que la rivalidad que revitalizó la liga fue propiciada por las tensiones existentes en la nación de las barras y las estrellas.
Desde que Earl Lloyd se convirtió en el primer negro en militar dentro de la naciente liga, en 1950, muchos jugadores le siguieron la estela y poco a poco se convirtieron en mayorÃa. Tanto asà que habÃa pocas estrellas blancas a finales de los años 70.
Tras el retiro de Pete Maravich en 1980, el público blanco (casi el 80 % de la población) necesitaba a un referente dentro de un torneo que estaba dominado hegemónicamente por afroamericanos de la talla de Julius Erving y George Gervin. Para muchos se habÃa convertido en un certamen marginal.
La escogencia en el draft de Magic Johnson por parte de Los Ãngeles Lakers y la llegada de Larry Bird a Boston Celtics impulsó a la liga.
Bird empezó a ser llamado »The White Hope» y lideró a unos Celtics que estaban conformados por jugadores en su mayorÃa blancos. Kevin McHale, Danny Ainge y posteriormente Bill Walton le daban color a la escuadra verde.
Lo opuesto sucedÃa en Lakers, que durante la época del Showtime, tenÃa entre sus filas a Kareem Abdul Jabar, Mychal Thompson, Michael Cooper y a »Magic».
Estados Unidos se dividÃa para apoyar a ambos equipos y ese contraste ayudó a que la NBA creciera, transformándose en el producto que es hoy. Además, ambos conjuntos se repartieron los tÃtulos en la década de los 80 y se midieron en tres finales.
El racismo estaba latente y después de que Boston dejase fuera a Detroit Pistons en las Finales de Conferencia en 1987, Isiah Thomas se refirió a Bird y desató la polémica.
»Si fuese un jugador negro (Bird), seguramente dirÃan que sólo un buen chico», dijo el base de los Bad Boys.
Aquellos comentarios obligaron a Thomas a pedir disculpas públicas junto a Larry Bird en una rueda de prensa.
Código de vestimenta: Alegaciones de racismo
El 17 de octubre de 2005, la NBA, a través de su comisionado David Stern, estableció un código de vestimenta obligatorio para todos los jugadores que militaran en la competición.
La NBA fue la primera en establecer dicha medida dentro de los deportes profesionales más importantes de Estados Unidos.
Todos debÃan respetar las normas de formalidad, al usar traje, corbata y ropa acorde a la ocasión antes, durante y después de cada compromiso. Sobre todo porque un año antes se habÃa efectuado la histórica pelea entre Indiana Pacers y Detroit Pistons. Esa revuelta trastocó la imagen de una organización que buscaba venderse internacionalmente.
Allen Iverson, Paul Pierce y Stephen Jackson fueron los más feroces crÃticos de la decisión impulsada por Stern, pues ellos solÃan vestirse con ropa holgada, cadenas e indumentaria relacionada al mundo del hip hop, cultura predominantemente asociada a la gente de raza negra en Estados Unidos.
 «El código de vestimenta no es quién soy y no me permite expresarme. Visto como los chicos con los que crecÃ, mis tatuajes rinden claro homenaje a la cultura hip-hop a la que guardo una profunda admiración y respeto, y llevo trenzas únicamente por cuestión de comodidad», declaró Iverson.
Racismo obligó a vender una franquicia de la NBA
Pese a ser una liga conformada por un 85 % de jugadores negros, no sucede lo mismo en el caso de los entrenadores y mucho menos en dueños de franquicias, que son casi en su totalidad blancos. Sólo Michael Jordan rompe ese molde.
En 2014, una grabación de voz se filtró. Era Donald Sterling, dueño de Los Ãngeles Clippers, diciéndole a su por entonces novia Vivian Stiviano que dejara de tomarse fotos con personas negras.
»En tu pésimo Instagram, no tienes que caminar con gente negra. Me molesta mucho que quieras promocionar, transmitir que te estás asociando con personas negras. ¿Tienes que hacerlo?», le reprochó Sterling a Stiviano, quien le respondió que su equipo estaba formado de jugadores negros.
«Â¿Lo sé? Los apoyo y les doy comida, ropa, autos y casas. ¿Quién se los da? ¿Alguien más se los da?», fue su respuesta.
Tales declaraciones generaron que el magnate se viese obligado a vender a la franquicia angelina y ser sancionado por la NBA, puesto que esta organización no querÃa estar ligada de nuevo al racismo.
Asà es como el racismo y la NBA siempre han estado ligados desde inicios de su historia, algo que se evidencia en el baloncesto universitario de la NCAA.
Texto: Alejandro Jesús Fernández / @AlejoFer1398
Foto: Forbes.com