Este pasado martes, los Rangers de Texas consiguieron su quinta victoria por blanqueada en la presente temporada. Para sorpresa de nadie que haya seguido el desempeño del club este año, cuatro de esos «arepazos» han llegado en jornadas en las que el lanzador abridor no era otro que Martín Pérez.
Y es que el venezolano está en su mejor momento como profesional. El prospecto número uno de los texanos en 2012, campaña en la que realizó su debut en el máximo escenario, necesitó de una década de subidas y bajadas, con pasantías en Minnesota y Boston, pero finalmente parece haber encontrado la formula que lo llevó a ser el serpentinero que los Rangers siempre supieron que podía ser.
Pérez, de 31 años de edad, se combinó con otros tres relevistas del club para completar la blanqueada de 7-0 sobre los Filis de Filadelfia en su más reciente presentación, en la que laboró por espacio de seis episodios, con igual cantidad de hits permitidos, tres boletos y media docena de ponches.
«Tienes que hacer ajustes, sin importar nada», le comentó Pérez al portal oficial del conjunto sobre su gran desempeño hasta ahora. «Venir para acá otra vez, regresar a casa y poder hacer lo que estoy haciendo, es realmente bueno. No solo es grande para mí, sino para el equipo. Solo tengo que salir y hacer lo mejor que puedo para todos. Estoy tratando de no perder el enfoque en mi juego, lanzar los envíos donde quiero y voy a obtener los resultados», agregó.
La salida de calidad del criollo contra los cuáqueros fue su undécima en 2022 y le permitió bajar su efectividad a 1.96, la segunda más baja para cualquier pitcher en la historia de la franquicia tras sus primeras 14 aperturas de una zafra.
El soberbio rendimiento monticular tiene a Pérez encaminado a lo que sería su primer Juego de Estrellas como ligamayorista e incluso como potencial iniciador del joven circuito en dicho desafío de luminarias, que este año tendrá lugar en la ciudad de Los Ángeles.
«Estoy muy, muy parcializado, pero sí, cualquiera que eche un vistazo a sus números puede argumentar su caso para el Juego de Estrellas. Definitivamente lo merece», indicó el mánager de Texas, Chris Woodward, esta semana.
Ajuste inmediato:
A pesar de iniciar la temporada con una efectividad de 6.75 en sus dos salidas iniciales, Pérez fue capaz de encontrar con rapidez el camino acertado; y desde entonces, su porcentaje de carreras limpias permitidas ha sido de 1.47 en sus siguientes 12 asignaciones, que también es la cifra más baja para cualquier serpentinero de los Rangers en un lapso de una docena de aperturas desde Gaylord Perry en 1975 (1.31).
Gran parte de ese éxito, que lo mantiene como uno de los fuertes candidatos preliminares al premio Cy Young del joven circuito, es gracias a una recta que ha evolucionado al punto de que el oriundo de Guanare se siente en confianza de lanzarla en cualquier lado y en cualquier cuenta, aún si no es particularmente explosiva según la pistola de velocidad.
«Creo que la forma en la que estoy tirando mi recta es una de las claves«, explicó Pérez. «Adentro, afuera, en la parte interior con algo de movimiento o yendo a la zona externa con el cambio o el cutter. Nunca lanzo la pelota en el mismo lugar, así que creo que eso es lo que ocurre en todos mis juegos».
Mientras tanto, el alto mando de Texas solo puede sonreír y disfrutar del éxito de un brazo en el que creyeron desde el comienzo, aunque esperaban que recorriera un camino muy distinto hasta estas instancias.
«Martín regresa y está en medio del año de su carrera. Es emocionante cuando traes de vuelta a jugadores que han sido buenos, pero que han tenidos sus altibajos, y entonces logran explotar su potencial con tu club», aseguró Woodward. «Nuestro staff hace un gran trabajo con nuestros lanzadores y depende de ellos aprovecharlo. Martín ha sido impresionante en cada aspecto este año«, cerró.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.