Caribes cerró la trilogía ante Cardenales con un golpe seco y fulminante

El debate sobre quién ha sido el equipo más dominante de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en los últimos 10 años, era de los más reñidos que ha habido en el circuito nacional en tiempos recientes. ¿Caribes o Cardenales? ¿Cuál ha sido el mejor?

Luego de dos finales de infarto entre ambas divisas, una en la 2017-2018 que vio ganar a los aborígenes en seis duelos, y la otra en la 2019-2020 que terminó coronando a los crepusculares en el máximo de siete encuentros, la etapa culminante del recién terminado campeonato aportó el argumento decisivo en la discusión, y la cerró de manera tajante.

Caribes. Esa fue la respuesta definitiva. Los orientales no dejaron ningún tipo de duda al quedarse con la trilogía de finales frente a los pájaros rojos con una contundente barrida que les permitió titularse, una vez más, como monarcas del beisbol criollo, y que les entregó el boleto para representar a Venezuela en la Serie del Caribe que iniciará este domingo en Mazatlán, México.

Los dirigidos por Mike Álvarez no se conformaron con pasar la escoba con quien se ha convertido en su acérrimo rival en los últimos años, sino que lo hicieron de la forma más humillante que pudieron. El pitcheo de Anzoátegui le propinó 23 arepas seguidas a la temida ofensiva larense para iniciar la serie, blanqueándola en cada uno de los primeros dos duelos y prolongando los ceros hasta el sexto inning del tercer cotejo, cuando finalmente Cardenales se hizo sentir en el marcador.

Blanqueos inéditos

En ninguno de sus dos careos previos en finales, alguno llegó a ser tan testarudo como para dejar en blanco a su rival en más de una ocasión. De hecho, solo en aquel primer enfrentamiento de ambos hubo blanqueadas, y en esa oportunidad cada uno fue responsable de propinar una.

Además, quien pegó primero en las dos series decisivas anteriores, logró reponerse de inmediato para nivelar las acciones al día siguiente, pero esta vez Caribes pinchó el globo de esperanza para Cardenales desde el mismo comienzo, y nunca les dio ni la más mínima tregua.

Al mismo tiempo en que sus lanzadores maniataban a los toleteros contrarios, la ofensiva indígena se fue al ataque sin piedad. En el primer desafío sacudieron 13 incogibles y en la jornada posterior sumaron otros nueve, este último número tan solo uno menos que los que sumaron los bates crepusculares en los dos juegos combinados.

Una vez que Lara finalmente demostró intenciones de hacerse sentir en la serie, por allá en la parte final del tercer choque, Anzoátegui se encargó de poner los pies de su rival de vuelta en la tierra rápidamente. Luego de que la ofensiva de José Moreno pisara la registradora por primera vez en la final con sus tres anotaciones del sexto capítulo en el tercer duelo, poniéndose a solo dos de distancia en la pizarra, la tribu oriental fabricó cuatro en la baja de esa misma entrada para marcar terreno otra vez.

Un último intento fallido

Y ya en el cuarto choque, uno que resultó el más parecido a lo que la gran mayoría tenía en sus agendas de pronósticos previo al inicio de la final, Caribes repitió su fórmula de respuesta inmediata para evitar que el ego del bicampeón Cardenales se llenara más de la cuenta y pudiera complicarles los planes.

Lara quiso imponer un nuevo ritmo en la serie desde el comienzo, con tres carreras en el mismo primer acto, pero Anzoátegui los mordió de vuelta sin dejar que pasara mucho tiempo, gracias a dos rayitas a su cuenta en la parte baja del episodio inicial.

Luego de que los aborígenes tomaran ventaja con dos anotaciones más en el tercero, cualquier ataque adicional de las aves rojas fue contrarrestado al inning siguiente, incluyendo el batazo decisivo de Niuman Romero en el décimo capítulo para darle el cetro a la organización, pues llegó como respuesta a la rayita de Cardenales en la entrada anterior para empatar las acciones y forzar el extrainning.

No es fácil refutar el currículum de Lara en los últimos 10 años. Seis finales, cinco de ellas de forma consecutiva, y un bicampeonato hacen de la hoja de vida crepuscular una realmente envidiable. Pero así de bueno ha sido Caribes, y por increíble que parezca, hasta mejor.

Los orientales clasificaron a la postemporada en esta pasada campaña por undécima ocasión de forma corrida, más que cualquier otra divisa en el circuito. Desde la 2010-2011, cuando superaron a los Tigres de Aragua en siete juegos para sumar su primera corona como franquicia, Anzoátegui también ha participado en seis etapas culminantes; con la diferencia de que ha sido el doble de efectivo que los larenses, ganando cuatro de ellas, la mayor cantidad entre todos los equipos durante ese lapso.

La trilogía entre Caribes y Cardenales pasará a la historia como una de las más importantes del circuito. Y con ambas escuadras repletas de talento joven, posiblemente habrá un cuarto capítulo en un futuro bastante cercano.

Pero más allá de lo que esté por venir, este tercer enfrentamiento entre indígenas y crepusculares no solo sirvió para definir al campeón de esta peculiar temporada, sino también para poner punto final a un debate que recibió sentencia definitiva este martes por la noche.

Caribes fue el mejor de esta década. Caso cerrado.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Prensa Caribes.

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