Caribes de Anzoátegui es digno finalista de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). De eso no quedan dudas.
Aunque llegó a estas instancias por la vÃa del criticado comodÃn, reunió los requisitos necesarios para colocar su nombre entre los dos mejores equipos del torneo. Pero con diferencia a años anteriores, en este la fórmula empelada ha sido otra: el buen pitcheo.
Los aborÃgenes se han caracterizado por poseer entre sus filas a grandes paleadores de la pelota rentada en la última década, lo que los han convertido en unos de los rivales más difÃciles para encarar por cualquier lanzador.
Sin embargo, en la postemporada del vigente certamen esa prominente ofensiva de Caribes se apagó. Han sido los escopeteros, quizás de manera sorpresiva al ser considerados como el flanco débil del club, han dado la cara.
Pólvora mojada en los bates de Caribes
Una de las razones por la cual el elenco anzoatiguense tuvo que acudir al comodÃn para seguir con vida en los playoffs fue su poca productividad en la ronda inicial contra Ãguilas del Zulia.
AllÃ, los elementos usados por el manager Jackson Melián para encarar a los tiradores contrarios no pudieron carburar del todo, salvo en un partido, aquel recordado por las riñas y en el que fabricaron hasta 13 anotaciones.
De resto, fueron maniatados de tal manera por el staff de monticulistas rapaces, asà como también el de Navegantes del Magallanes en el juego por el comodÃn; que dejaron .220 de promedio y anotaron solo 21 carreras en 7 careos. En dicha confrontación, arrojaron de igual manera un bajo average con corredores en posición de anotar, de .242, que se tradujo en tres blanqueos durante las cuatro derrotas que sufrieron.
Una vez en semifinales, si bien barrieron a Tiburones de La Guaira, la suerte para los bateadores no cambió.
De hecho, fueron menos fructÃferos con compañeros sobre las almohadillas que tenÃan amplias posibilidades de llegar al plato. Conectaron solo 10 imparables en 47 chances para .213 de promedio. Mientras que el promedio de Caribles global se ubicó en .255 tras 39 hits en 153 turnos oficiales.
Tan aguda ha sido la ausencia de conexiones trascendentales en el dogout oriental, que ninguna de sus piezas ha podido ser consistente a lo largo de la postemporada.
Balbineitor es la excepción
Solo Balbino Fuenmayor ha exhibido destellos de su calidad ofensiva. Soltó tres jonrones y seis fletes; empero en primeras instancias, contra Ãguilas, le costó producir, al igual como sucedió con Luis Sardiñas, otro de los hombres que ha arrojado dividendos desde las semifinales.
Aunque quien muestra mejores números, al menos en cuanto a average es Alexi Amarista, quien ha tenido que lidiar con una lesión, que de cierta manera le ha impedido ser más determinante. El segunda base de Caribes llegó a la final con .300, pero solo 3 remolcadas.
En busca de acabar con el mal momento ofensivo, el mandamás ha realizado algunos retoques importantes a su lineup titular. Les ha dado chance a jugadores de bajo perfil como Christian Pedroza y Eduardo Sosa; además de sentar a quien fue su bateador más consistente en la ronda regular, como lo fue César Valera.
Sin embargo, los resultados hasta después del primer juego de la gran final no fueron distintos, luego de que se fueran de 11-2 con hombres en posición de entrar en carrera.
 Escrito por:  Rayner Rico / @RaynerRico29
Foto: Caribes de Anzoátegui