Carlos Sánchez, Tiburones y un divorcio que ahora sí parece irreparable

Por primera vez en siete temporadas, los aficionados de los Tiburones de La Guaira pudieron disfrutar de Carlos Sánchez en la pelota local durante la 2022-2023. Era una especie de reencuentro que no solo se trataba del tiempo separados, sino también del daño causado con acciones y palabras.

En medio de la semifinal de la 2015-2016, el camarero anunció que no podría continuar su participación con el equipo, alegando en ese entonces que los Medias Blancas de Chicago, su organización en las mayores para el momento, le había solicitado formar parte de un programa especial de trabajo.

Sánchez se marchó, pero retornó como refuerzo de los Tigres de Aragua – misma divisa a la que se enfrentaban los escualos al momento de su partida – para ayudarlos a ganar el título en la finalísima contra el Magallanes.

Evidentemente, esos eventos no cayeron nada bien en el seno de la fanaticada guairista, que por mensajes en las redes sociales comenzó a solicitar el cambio inmediato de Sánchez, quien por meses estuvo rodeado de rumores de una posible transacción que lo enviaría de forma definitiva a los bengalíes, equipo que además representa a su ciudad natal de Maracay.

Al final el canje nunca se concretó. Y el grandeliga optó por no volver al beisbol venezolano después de ese título obtenido con Aragua, en lo que parecía evidente se trataba de un divorcio entre el infielder y la directiva de los litoralenses.

Nuevo comienzo:

Pero rumbo a la presente temporada, La Guaira hizo una movida de mata en sus oficinas, nombrando a César Collins como nuevo gerente general del club. La gestión del joven ejecutivo durante la temporada muerta se caracterizó por arreglar lazos que parecían rotos.

Collins se reunió con Ronald Acuña Jr., Franklin Barreto, Alcides Escobar y Ehire Adrianza, entre otros peloteros que no vivían la mejor actualidad con la directiva pasada. Sánchez también estuvo en esa lista de jugadores que recibieron una visita del gerente y todo parecía marchar de mil maravillas en el proceso de reconciliación.

«César jugó un papel muy importante en mi regreso este año«, le comentó Sánchez a Sports Venezuela en septiembre. «Sabe lo que quiere para el equipo. Creo que su compromiso y la manera de hacer su trabajo no la había visto en todos los años que llevo con La Guaira».

El aragüeño, ganador del premio al «Novato del Año» en el beisbol local en la 2013-2014, cumplió su palabra y se reportó de vuelta al equipo desde temprano. Disputó un total de 43 encuentros durante la ronda regular, en los que dejó una línea ofensiva de .222/.365/.267, con un par de dobles y 15 fletadas.

Esos números poco alentadores fueron quitándole tiempo de juego a Sánchez, que en el actual round robin llegó a consumir solo seis apariciones al plato. Y entonces, de manera repentina, tal como ocurrió siete años antes, Sánchez se marchó del conjunto nuevamente.

«Carlos Sánchez no continúa en Tiburones por una decisión personal«, señaló Collins en su cuenta de Twitter el pasado lunes. «Decidió detener su participación esta temporada, jugando por última vez el sábado».

La sorpresiva noticia no tardó en levantar viejos temores en la fanaticada salada, que se mantiene ilusionada en la actualidad con ver a su equipo en una final por primera vez desde la 2011-2012. Y ese miedo de un nuevo conflicto interno se hizo realidad en la noche del lunes, cuando la esposa de Sánchez recurrió a su cuenta de Instagram para asegurar que ofrecería un comunicado al día siguiente, señalando en la parte final del escrito: «C.C. te falta mucho por aprender de este negocio«, en lo que parece un claro mensaje dirigido a Collins.

En el breve comunicado que se publicó este martes, la señora de Sánchez no ofreció mayores detalles de lo ocurrido, pero sí reiteró que hay un malestar en la trinchera del jugador hacia el equipo.

A diferencia de la vez anterior, cuando Sánchez se encontraba entre las piezas de mayor valor dentro del conjunto escualo que disputaba la semifinal ante los Tigres, en esta oportunidad su partida repentina no pareciera alterar de forma drástica los planes deportivos del equipo, que venía relegándolo a la banca.

Sin embargo, esta aparente nueva ruptura entre el pelotero y la organización no vislumbra un final feliz; y esta vez quizás ni siquiera tenga remedio con otro proceso de reconciliación.

Las solicitudes de cambio para Sánchez han comenzado a reaparecer en las redes sociales, y con lo radical que se ha mostrado la gerencia de Collins hasta ahora, en esta oportunidad no parece descabellado asumir que el camarero pudo haber jugado su último encuentro con los Tiburones.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Prensa Tiburones.

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