Un diagnóstico médico cambió recientemente la vida de César Ponce, un padre de familia muy ligado a los deportes. Confía en su sanidad, en el propósito que Dios tiene para él y también acude a todas aquellas personas que están en la disposición de apoyarlo en medio de su difícil situación.
César Daniel Ponce Lozada nació en Caracas hace 36 años y es Ingeniero en Mantenimiento de profesión. También tiene un TSU (Técnico Superior Universitario) en Mantenimiento de Vías Férreas. Estudios que le permitieron trabajar por 7 años en el Metro de Caracas.
Sin embargo, su vida ha estado ligada a los deportes directa o indirectamente. Actualmente trabaja con la organización de Leones del Caracas, equipo del que se declara aficionado, así como también del Caracas FC.
Ponce recuerda sus orígenes
“Por más de 25 años me crié en el 23 de Enero, sector el Mirador Bloque 45. De ahí surgió la necesidad de salir adelante a través de la educación, el trabajo honesto y el deporte. Me hice aficionado al equipo de fútbol de mi ciudad; Caracas Fútbol Club. También, en mi infancia fui jugador de béisbol, donde surgió la gran pasión por los Leones del Caracas”, cuenta Ponce.
“El juego no se acaba hasta que se termina”, fue una de muchas frases célebres de Yogi Berra. Y para César esto no se ha terminado. A pesar de tener un diagnóstico bastante delicado, él se aferra a la vida. Entendiendo que la última palabra la tiene Dios.
En el deporte ha encontrado muchas alegrías, y le ha permitido conocer muchas personas a lo largo de los años. No obstante, ahora mismo Ponce atraviesa por el proceso más difícil de su vida: “Estoy viviendo una situación, como en todo partido hay que luchar hasta el final. Me dieron el diagnóstico de cáncer en agosto del 2024. Un Adenocarcinoma de Próstata Gleason 9 5+4, con metástasis ganglionar ósea de alto volumen”.
Lejos de rendirse, César Ponce se dispuso a recibir el tratamiento correspondiente con el apoyo de su esposa y sus dos hijas, una de 7 y otra de 11 años de edad.
“Me realicé 11 quimioterapias y cinco radioterapias. Después de cinco meses de tratamiento lamentablemente el tumor se hizo resistente a dicho tratamiento, teniendo una recaída con fuertes dolores en la cadera y la zona donde se encuentra la lesión”, relató con preocupación. “Recibí tratamiento con morfina y esteroides», añadió.
Una nueva esperanza para luchar
Cuando todo parecía perdido, apareció una nueva oportunidad de tratamiento para este caraqueño amante de los deportes. No bajó los brazos, insistió en aferrarse a la vida, y recibió una respuesta positiva.
Los médicos especialistas le realizaron una prueba genética y arrojó que se le podía practicar una inmunoterapia: ponerse unas ampollas cada 21 días, pero son costosas y es cuando César acude a todos para recibir un aporte y cumplir con su tratamiento.
“Actualmente los oncólogos, por medio de un examen genético, me indicaron tratamiento de inmunoterapia, el cual consiste en la aplicación de seis ciclos de una ampolla llamada Atezolizumab de 120 mg, en conjunto con Cabozantinib de 40 mg”, explicó Ponce.
Conociendo esta nueva oportunidad para combatir el cáncer de próstata, César le hace una petición a quienes desean apoyarlo en su lucha: “Estoy solicitando la ayuda, ya que cada ampolla cuesta $5.530. La aplicación de dicho tratamiento se requiere con carácter de urgencia ya que dicha enfermedad está avanzada”.
Vías para recibir las donaciones
Junto a su familia y amigos, César Ponce decidió hacer público su caso para apelar a las buenas intenciones de aquellas personas que puedan colaborar a costear los gastos de su nuevo tratamiento.
“Dependo de un milagro para la sanación”, mencionó Ponce. “Qué quieres tú de mí, Dios. Le pregunto todas las noches en mi cama. Esa respuesta la debo obtener en este proceso”, agregó.
Confía en que Dios tiene una respuesta muy pronta para él, y agradece la buena voluntad de todas las personas que han tenido empatía con su caso.
Escrito por: Raúl Zambrano Cabello | Cuenta de X: @RaulZambrano7
Fotos: Cortesia
