De Venezuela para ti: felicitaciones y gracias eternas, Miggy

Recuerdo estar almorzando con mis padres en un pequeño restaurante de Caracas cuando te vi en la pantalla por primera vez. Trotando por las bases del viejo estadio de los Marlins, el de las sillas naranja, después de sonar jonrón en tu primer juego en las Grandes Ligas.

Era imposible imaginar que ese sería también el primero de los 502 cuadrangulares que tienes hasta la fecha. Tampoco que ese significaría el primer imparable de los 3.000 que alcanzaste en este histórico 23 de abril. ¿Cómo íbamos saber que ese rostro quedaría plasmado en la memoria de cada venezolano?

Desde esa primera vez que te vi en pantalla, te hiciste cada vez más recurrente en los noticieros. Básicamente había un espacio reservado para ti día tras día en la televisión venezolana. Y casi 20 años después de aquel batazo frente a los Rays, nada de eso ha cambiado.

Hace poco contaba que, por alguna razón, tu carrera siempre viene en bloques a mi mente. Ese cuadrangular es el primer capítulo, que luego me lleva a otro bambinazo que sacudiste en ese mismo parque, ese mismo año, pero en una vitrina muchísimo más grande. Sí, estoy hablando del cuadrangular que le conectaste a Roger Clemens en la Serie Mundial.

Después recuerdo el cambio a Detroit. Dontrelle Willis, el de la mecánica extravagante, iba contigo en ese paquete rumbo a los Tigres. Bengalí en Estados Unidos y bengalí en Venezuela. Así de bonito y sorprendente puede ser el beisbol.

Y justamente el siguiente álbum de recuerdos me lleva a tus experiencias con Aragua. Entre tantas cosas imposibles de creer que ya he repasado en estos párrafos, debo añadir el hecho de que siendo una estrella en las mayores, todavía tuvimos la dicha de verte uniformado en la pelota venezolana.

Los jonrones descomunales, la magnitud de tu presencia caminando hacia el plato, las finales…particularmente aquellas contra Leones en las que el ambiente era majestuoso. No te miento, también me viene a la mente aquel escenario en el que le gritabas algunas palabras a Jesús Guzmán desde el dugout. Vaya rivalidad aquella de mediados de los 2000.

Desde otra óptica:

Miggy, después viene un salto grande hasta tus años como el mejor del planeta. Esa temporada de 2012 que todo venezolano recuerda con tanto cariño y emoción. En la que te convertiste en el primer toletero en ganar una Triple Corona ofensiva en la gran carpa en décadas. Carl Yastrzemski era el último que lo había hecho, y estamos hablando de por allá en 1967. Nadie más lo ha conseguido desde entones, aunque Vladimir Guerrero Jr. hizo un buen intento en 2021.

Ese año también fue mi primero completo como periodista deportivo y sentir desde adentro la admiración y respeto que hay por ti en el medio, me ayudó a comprender mejor la magnitud de quién eras y qué significabas para el país.

En 2013 tuviste, quizás, una temporada todavía mejor, por muy irreal que parezca. Esa segunda Triple Corona era tuya, pero el bendito Chris Davis se atravesó en el camino. Bueno, la verdad no siento que restara valor a tu campaña, así como esa de 2005 para Johan Santana que era meritoria del Cy Young.

El siguiente brinco me lleva a San Luis, Miggy. Allí conectaste tu jonrón 400, que te permitió superar a Andrés Galarraga como el criollo con más vuelacercas en MLB. Me asignaron la tarea de hablar contigo y con el «Gato» para la edición del Diario Meridiano, en lo que ha sido el proyecto profesional más significativo de mi carrera.

La primera vez que te llamé, te sorprendió que pudiéramos llegar a ti y trataste de evadir la conversación diciendo que era el número equivocado. Así como ese rostro no se olvida, la voz tampoco, así que sabía que teníamos el teléfono correcto, solo era cuestión de insistir un poco más y ligar tomarte en un mejor día.

Así ocurrió. Intenté comunicarme por Whatsapp para no sorprender otra vez con una llamada y luego de un par de días, recuerdo claramente estar en la redacción cuando recibí un mensaje de vuelta. «Sí, pana, llamen«, decía el escrito.

Le avisé al director del diario y de inmediato hubo un revuelo en la sala de redacción en San Martín. Era lo que estábamos esperando por días. Me preguntaron si tenía listas las preguntas y por supuesto dije que sí, pero creo que me ganó la ansiedad más que otra cosa, porque no recuerdo tener absolutamente nada escrito.

Fui a un pequeño cubículo que habilitaron y levanté el teléfono casi sudando frío. Cuando contestaste esta vez, era la misma voz, pero ahora mucho más abierto y dispuesto, aunque nunca fuiste irrespetuoso en el primer intento.

Saber que el atleta más importante y condecorado en la historia de tu país está del otro lado del teléfono, hablando contigo, es una sensación surreal. Hasta el día de hoy, es el momento más trascendente que he tenido como profesional, y entre tantas personas, tengo que agradecértelo a ti también.

Más allá de lo deportivo:

Ya que estamos en agradecimientos, me voy directo a este sábado tan especial. Gracias por regalarnos la alegría de tener a un pelotero con 3.000 hits en las Grades Ligas. Por nunca ocultar de dónde vienes y dedicar tus triunfos a Venezuela. De parte de los millones de compatriotas que estamos en el exterior y que hemos visto, y algunos hasta vivido, humillaciones y desprecios por nuestra nacionalidad, gracias eternas.

Aquellos que siguen en el país, batallando día tras día e intentando levantarlo, también te lo agradecen. Venezuela es un mejor lugar gracias a ti, a tus logros, a tu crecimiento y a tu carrera.

Si algo lamento es que no pude ver tu hit 3.000 junto a mi padre, tal como vi el primero. Era uno de tus grandes fanáticos y sé que desde arriba te aplaudió con fuerza.

Las redes sociales me reflejan cómo has unido a todo el país en un mismo sentimiento por días. Y hoy, cuando finalmente llegó el palazo más esperado, nos has hecho abrazarnos virtual y físicamente.

El más grande que ha parido Venezuela. No hay ningún tipo de duda. Te recordamos, te valoramos y agradecemos por tanto, Miggy.

Con bandera en mano te felicitamos por los 3.000. Nos llenas de orgullo y felicidad.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Tigres.

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