Dodgers invirtió 3.690 millones de dólares para acabar con su sequía (+Videos)

Dodgers de Los Ángeles tardó 32 años en proclamarse, una vez más, campeón de la Major League Baseball (MLB). Lo hizo al doblegar 4 a 2 a Rays de Tampa Bay en la Serie Mundial 2020. Logró la meta tras realizar una inversión multimillonaria para acabar con su sequía.

Los Ángeles, dueño de siete cetros del Clásico de Otoño, desembolsó 3.690 millones de dólares, para conquistar su primera corona desde 1988, según Ronald Blum, periodista de AP.

El gasto de la novena de Sangre Azul fue rentable porque sus dueños lograron que el equipo volviera a reinar en Grandes Ligas.

La penúltima víctima de Dodgers en finales

Dodgers, una franquicia que inicialmente jugó como local en Brooklyn, no alzaba el trofeo del Derbi de Octubre desde que en ese 1988 batió 4 a 1 a Atléticos de Oakland en la Gran Final.

Bajo la conducción de Tommy Lasorda, Los Ángeles sorprendió a un Oakland que se presentó como favorito al cruce tras dejar un récord de 104-58 en la fase regular y barrer 4-0 a Medias Rojas de Boston en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Los Ángeles acabó con una foja de 94-67 en la ronda eliminatoria y necesitó emplearse a fondo para obtener el banderín de la Liga Nacional. Venció 4-3 a Mets de Nueva York en una Serie de Campeonato extendida al máximo de siete choques.

Los Ángeles superó 5-4 a Oakland en el encuentro inicial de la última etapa, efectuado el 15 de octubre de 1988 en Dodger Stadium. En el segundo, salió airoso 6-0 en el mismo coso, antes de caer 2-1 en el tercero realizado en el Alameda County Coliseum.

Dodgers consiguió su sexto cetro al vencer a Oakland, entrenado por Tony La Russa, con pizarras de 4-3 y 5-2 en el cuarto y quinto desafío, respectivamente.

La figura de la penúltima conquista

Orel Hershiser se erigió como el Jugador Más Valioso (JMV) de la Serie Mundial de 1988, que se se disputó del 15 al 20 de octubre, tras mostrar un excelso nivel como lanzador.

El derecho Hershiser dejó una marca de 2-0 frente a Oakland y conservó una efectividad de 1.00, al aceptar dos carreras limpias en 18.0 entradas.

En el evento decisivo, Hershiser propinó 17 ponches y otorgó seis bases por bolas, ninguna de ellas intencional. Su relación de boletos y hits por cada inning (WHIP) fue de 0.722.

Otro beisbolista que brilló para Los Ángeles en esa final fue Kirk Gibson, quien trabajó lesionado y regaló una postal inolvidale al conectarle a Dennys Eckersley un jonrón para dejar en el terreno a Oakland en el duelo uno, que, como se reseñó antes, concluyó 5-4.

La imagen de un Gibson eufórico al momento de recorrer las almohadillas, mientras cojeaba y estaba visiblemente adolorido, se transformó en icónica para la MLB.

Adiós a las frustraciones de octubre

Antes de que Dodgers se consagrara en 2020, tal y como lo hizo en los certámenes 1955, 1959, 1963, 1965, 1981 y el ya mencionado 1989, debió pasar un par de frustraciones bajo el mando de Dave Roberts, su actual mánager.

Los Ángeles perdió las Series Mundiales de 2017 y 2018 frente a Astros de Houston y Medias Rojas de Boston, de manera respectiva.

En la primera llave, cayó 4-3 en el máximo de siete partidos, mientras que en la segunda trastabilló 4-1 en cinco. En ambas ocasiones, Los Ángeles presenció las celebraciones sus rivales en Dodger Stadium.

Después de un gran gasto, Dodgers llegó, al fin, a la cima de la MLB y pudo festejar en el Globe Life Field de Arlington, una sede neutral habilitada por la MLB en tiempos de coronavirus, donde el club pudo exorcizar sus demonios y alzar el anhelado trofeo del Big Show.

Lo consiguió luego de disputar 5.014 topes de fase regular y otros 113 de playoffs, una muestra de que cuando una gerencia es persistente y no escatima recursos monetarios para contratar jugadores puede alcanzar cualquier objetivo, incluso el anhelado campeonato.

Escrito por: Joseph Ñambre | @JosephSports27

Foto: Los Angeles Daily News

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