Dustin Pedroia: adiós a un verdadero patirrojo

Quizás Dustin Pedroia no bateó como Ted Williams, ni impactó tanto dentro de la historia del beisbol como Carl Yastrzemski, pero nadie duda de que su aporte a los Boston Red Sox es comparable a cualquiera. Y solo necesitó 14 años con ese uniforme, porque en 2021, antes de la fecha para reportarse a los campos de entrenamientos, el pelotero anunció su retiro.

De esta forma, Pedroia se despidió como un ícono de Boston. Cuatro veces representó a los Red Sox en el Juego de las Estrellas, cuatro veces ganador del Guante de Oro y dos anillos de campeón de la Serie Mundial. Además, ganó el Novato del Año de la Liga Americana en 2007 y el Jugador Más Valioso una zafra después. Fue el resumen curricular de un pelotero que no estaba llamado a hacer tanto.

Porque en un mundo en el que los atletas espigados y corpulentos son los que sobresalen ante las miradas de los cazatalentos, un camarero de 1.75 conseguía las formas para ayudar a su equipo. Ya sea con su contacto, con el que sonó 1.805 inatrapables y dejó promedio de .299 de por vida, o su poder, con la que sacó 140 pelotas del parque. Velocidad, buena defensa e intensidad en el campo.

“Los Boston Red Sox, para mí, lo es todo”, aseguró Pedroia durante una entrevista para MLB.com. “Comencé mi familia aquí; mis hijos nacieron en Boston. Cada día me levanté y busqué una forma de ayudar a nuestro equipo a ganar un juego de beisbol, y lo hice con los mejores aficionados en la mejor ciudad”.

Red Sox de comienzo a fin para Pedroia

Cada vez es menos común los jugadores que llegan al profesional con un equipo y se retiran tras vestir solo ese uniforme. Dustin Pedroia es parte de esa especie en extinción, lo que lejos de incomodarle, le enorgullece.

Boston seleccionó a Pedroia en la segunda ronda del Draft de 2004. Pasó por las ligas menores y, desde 2006 hasta 2019, estuvo en 1512 compromisos con la camiseta de los Red Sox. Rindió en postemporada, jugó lastimado y ayudó a terminar la Maldición del Bambino, esa que no dejaba celebrar a los aficionados de Boston un título de las Grandes Ligas.

“Puedo decir tantas cosas sobre Dustin. Llegué a preguntarme durante un momento, ¿cuál sería el jugador que compraría una entrada para verlo jugar nueve innings? Y mi respuesta fue Dustin Pedria”, aseguró David Ortiz, quien junto al segunda base conformó un centro de la alineación temible en Boston.

Pero incluso un jugador de su tipo tuvo un punto débil. No era una recta o un envío quebrado. Mucho menos su estatura, pero sí su físico. Pedroia no juega desde 2019 por una lesión en su rodilla izquierda, sin embargo, también se lastimó otras zonas en las que se sometió hasta a cuatro operaciones. La última llegó en diciembre, lo que terminó todas sus esperanzas de volver a jugar e las Grandes Ligas.

«En enero de 2020, todavía estaba entrenando y todavía tratando de prepararme para volver y jugar», dijo Pedroia. «Me desperté una mañana y mi rodilla estaba enorme. Fui a ver a los médicos, y todo parecía como si hubiera estallado una explosión allí … Yo molía todos los días solo para poder jugar con mis hijos y vivir una vida normal”.

«Ya no puedo correr, lo cual está bien. No necesito correr. Estoy orgulloso de la forma en que los entrenadores me ayudaron, los médicos, todos. Pero no era físicamente posible para mí seguir jugando béisbol con un reemplazo parcial de rodilla”, siguió sobre sus últimos meses. “Una vez que lo hice, lo supe. El equipo ha sido excelente para guiarme en la dirección correcta en cosas que hacer y cómo mejorar. Solo tengo 37 años. Un largo camino por recorrer”.

Una huella imposible de borrar

El legado de Dustin Pedroia va más allá de ayudar y ser un buen ciudadano en Boston. También cuenta con números, que lo colocan como uno de los mejores peloteros que vistió la camiseta de los Red Sox.

Jugó la segunda mayor cantidad de juegos en la segunda base en la historia de la franquicia, solo detrás del miembro del Salón de la Fama Bobby Doerr. Sus 11 día inaugurales consecutivos es la segunda racha más larga en la historia de los Red Sox en cualquier posición, solo detrás de los 12 seguidos de Carl Yastrzemski en el jardín izquierdo de 1961-72.

Pedroia también se ubica en el top 10 en la historia de la franquicia de Boston en hits (octavo), dobles (sexto), carreras anotadas (décimo), bases robadas (sexto), hits de extrabase (octavo), bases totales (octavo) y turnos al bate (noveno).

“Dustin hizo mucho más que su premio al Jugador Más Valioso, sus presencias en el Juego de las Estrellas y los Guantes de Oro que consiguió durante su impresionante carrera de 17 años. Dustin representó las ganas, la pasión y competitividad que le gusta a los aficionados del beisbol, especialmente a los de los Red Sox. Demostró lo que se puede conseguir cuando se trabaja fuerte y con determinación”, se despidió John Henry, principal propietario de la franquicia patirroja.

Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33

Foto: Boston Red Sox

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