El primer imparable de los Atléticos de Oakland en la presente temporada salió del bate de Elvis Andrus en el tercer episodio de su compromiso ante los Astros de Houston en la jornada inaugural. Ese doble hacia el jardín izquierdo frente a los envíos de un exganador del premio Cy Young como Zack Greinke, parecía el tan esperado gran inicio en el nuevo capítulo de la carrera del maracayero en las Grandes Ligas.
Lamentablemente para el criollo, solo fue un espejismo en el tormentoso comienzo de campaña que se venía para la gran mayoría de los toleteros en el lineup del mánager Bob Melvin. Después de esa conexión, que también significó el primer incogible de Andrus con el uniforme de los A’s tras 12 años con los Rangers, el torpedero falló en sus dos turnos siguientes en dicho cotejo inicial, así como en cada uno de los próximos 22 viajes al plato de forma oficial.
En medio de ese período de sequía, Andrus pasó seis compromisos en los que únicamente se embasó una vez – por un error defensivo – y bateó para dobleplay en una ocasión, además de poncharse en otras cuatro.
En lugar de un nuevo comienzo, esta historia lucía como la continuación de un 2020 para el olvido que lo vio conectar apenas para .194/.252/.330 en 29 desafíos con Texas, al mismo tiempo en que lidió con problemas en la espalda que limitaron considerablemente su cantidad de choques disputados.
Una recién nacida buena racha:
Pero veterano al fin, Andrus, un dos veces invitado al Juego de Estrellas, parece estar haciendo los ajustes necesarios con el pasar de las fechas, algo que quizás no tuvo la oportunidad de hacer en su última zafra con los Rangers debido a las mencionadas molestias físicas.
A raíz de otro doble que conectó frente a Houston el pasado jueves, el criollo ha creado una pequeña cadena de cuatro encuentros corridos con cuando menos un indiscutible. En ese lapso, su línea ofensiva ha sido de .286/.375/.357, con un par de boletos, una empujada y otra anotada.
Indudablemente, son pasos en la dirección correcta para el otrora estelar, aunque todavía hay mucho por mejorar para poder colocarse en la mejor posición posible con miras a prolongar el éxito obtenido en los últimos días.
Hasta la jornada del lunes, Andrus tenía un promedio de velocidad de salida de sus batazos de 86.5 millas por hora, que se ubicaba como décimo sexto entre todos los campocortos calificados hasta ahora.
Asimismo, sus siete conexiones de 95 mph. o más en lo que va de campaña lo posicionaban como décimo séptimo en el listado de torpederos.
Entre los toleteros calificados de los A’s este año, Andrus era último en average de velocidad de salida, bolas conectadas a 95 mph. o más y «barrels» (1).
La buena noticia para el aragüeño es que ha podido cumplir como defensor de las praderas cortas, sin ser extraordinario. En sus primeros 99 innings a la defensiva en lo que va de 2021, marcaba cifras que lo identificaban como un paracorto estándar en departamentos como outs por encima del promedio (1) y carreras salvadas a la defensiva (0).
Andrus, de 32 años de edad, sabe que comenzó a escribir su nuevo capítulo como ligamayorista con el bolígrafo equivocado, pero con apenas un par de semanas desde que arrancó la contienda 2021, ahora es cuándo habrá tiempo para dejar atrás el guion que le entregaron tras su primer doble del año y cambiarlo de forma permanente por el que recibió luego del segundo.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Atléticos.
