Desde hace rato, Keibert Ruiz viene dando señales de que la categoría triple A se está quedando corta para sus habilidades. Su desempeño irreverente en la antesala de las Grandes Ligas se remonta a su tiempo con los Dodgers, organización que lo cambió a los Nacionales antes de la fecha límite de cambios en la mega transacción que envió a Max Scherzer y Trea Turner a los actuales campeones defensores.
En 52 desafíos con el Oklahoma City, surcusal triple A de los californianos, el venezolano dejó una robusta línea ofensiva de .311/.381/.631, con 16 jonrones, 45 impulsadas y un OPS de 1.012 puntos.
Tras su llegada a la tropa de la capital de los Estados Unidos, Ruiz fue nuevamente asignado a las menores, ahora con el Rochester. Al parecer, Washington quería ver en primera fila qué tan listo estaba el máscara para establecerse como un jugador de todos los días en el máximo escenario.
En un principio, el valenciano lució con algunos inconvenientes para producir con su nuevo uniforme. Luego de finalizar de 4-1 en la caja de bateo en sus primeros dos duelos como miembro de los Nacionales, Ruiz conectó apenas un hit en sus siguientes 18 turnos, a lo largo de cinco encuentros.
La correa se volvió a aflojar:
Un ligero bajón, y solo eso. Desde entonces, el careta ha estado indetenible, torturando a diestra y siniestra al pitcheo de la categoría. Ruiz registraba cuando menos un incogible en ocho de sus 10 juegos iniciales en el presente mes y su línea ofensiva en agosto era de .318/.366/.636.
El martes, el pelotero perteneciente a los Leones del Caracas en la pelota criolla, registró su quinto duelo de múltiples cuadrangulares en la presente temporada y primero desde la sonora transacción en la que estuvo involucrado.
A la jornada siguiente, Ruiz se embolsillo su sexto cotejo de esa magnitud, al volarse la barda en otro par de oportunidades, para llevar su total de bambinazos a 21 entre ambas franquicias en lo que va de este año.
El décimo noveno mejor prospecto de las mayores en la actualidad, según los rankings de los expertos de MLB Pipeline, ahora tiene un promedio global de .313, con .377 de OBP, 24 dobles, 59 fletadas y 1.010 de OPS en sus 69 choques en triple A.
Con unos Nacionales que no tienen absolutamente nada que buscar en lo que resta del campeonato, el ascenso – y posterior permanencia definitiva – de Ruiz con el equipo grande debería llegar en los próximos días, como un intento por mostrarle a la joven promesa las instalaciones de su nueva oficina, antes de que asuma el rol de receptor regular del club a partir de 2022.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Rochester Red Wings.