Llegó el debut de Félix Hernández con los Orioles. Luego de un año con inactividad, que llegó por no querer participar durante la temporada de 2020 por la pandemia que provocó el coronavirus, el derecho se subió al montículo y mostró las condiciones de su brazo.
Se trató de su primera aparición ante bateadores rivales. Los resultados finales no servirán para sacar una conclusión de su actualidad, mucho menos para predecir su futuro con Baltimore. Sin embargo, sí para hacer un análisis momentáneo.
Después de todo, cada aparición de Hernández con los Orioles será una especie de audición. Con buenas actuaciones se ganará la confianza del cuerpo técnico, mientras que rendimientos negativos crearán dudas sobre su inclusión dentro de la rotación.
Contra los Tigers, que salieron al campo con una alineación con más prospectos que veteranos, Félix Hernández mostró luces y sombras. Dejó aspectos positivos y otros que podrían crear ciertas dudas.
Positivo: Félix Hernández mostró capacidad para ponchar
Mucho se conversó sobre la merma de las habilidades de Félix Hernández, pero siempre mantuvo la capacidad para ponchar. Durante su debut con los Orioles siguió esquivando maderos rivales, quizás la principal buena noticia de su aparición.
Hernández ponchó a dos rivales durante los 2 episodios que trabajó. Guillotinó a Niko Goodrum, quien debería ser el campocorto titular de Detroit para el Opening Day, para cerrar el primer episodio. El derecho venezolano se enfrentó a tres rivales y a todos los retiró sin contratiempos.
Mientras que el segundo ponche se lo recetó a Isaac Paredes, otro de los toleteros con experiencia en las Grandes Ligas de los Tigers. Ambos abanicados fueron con envíos quebrados, por lo que ese movimiento que lo llevó a ser un artista de los ponches se mantuvo en gran escala.
Negativo: poco comando y energía
Quizás por un excesivo movimiento o que se le terminó la energía durante el segundo episodio, el control de Félix Hernández se esfumó durante su segunda entrada de labor. Le costó ubicar la pelota en strike y provocó que llegaran las dos anotaciones que concedió.
A Hernández le negociaron dos boletos. Uno al prospecto Spencer Torkelson y otro a Riley Greene. Lanzamientos tan alejados de la zona de strike, que dos jóvenes toleteros no estuvieron tentados a hacerle swing. En definitiva, el inconveniente para dominar sus pitches fue lo que le abrió las puertas a los Tigers.
Con un hit de Christian Stewart y un roletazo de Dustin Garneau, llegaron las anotaciones de los bengalíes. Sin embargo, todo eso llegó por dos boletos que sorpresivamente aparecieron tras un primer inning en el que el criollo no tuvo problemas para ubicar sus envíos.
“Estuvo bien”, fueron las primeras palabras de Félix Hernández al periodista Steve Melewski tras su presentación. “Qué contento porque tuve la oportunidad de lanzar nuevamente luego de un año parado. El resultado pudo ser mejor, pero estoy feliz”.
Positivo: Félix Hernández indujo contactos débiles
Los Orioles seguro quedaron satisfechos con el estreno de Félix Hernández. Además de los ponches que consiguió, cuando los Tigres hicieron contacto con sus envíos, la mayoría fueron débiles. Abanicados con contactos débiles es la receta del éxito para cualquier serpentinero.
John Meoli, reportero que cubre a los Orioles, destacó los “malos contactos” que generó Hernández cuando recurrió a sus envíos secundarios. La curva, el slider y el cambio de velocidad mostraron ese rompimiento notorio de sus mejores años. Con más continuidad, el comando seguramente lo perfeccionará.
Negativa: poca velocidad
La fuerza de la recta fue un tema que se tocó hasta el cansancio sobre Félix Hernández. Poco a poco ese sinker que llegó a tocar las 97 millas (MPH) por hora bajó paulatinamente hasta alcanzar su punto más bajo durante su carrera en la parte final con los Mariners, cuando pocas veces superó las 90 MPH.
Pero en su primera salida del Spring Training bajó incluso más. Su recta normalmente llegó al plato a 84 millas por hora y ocasionalmente alcanzó las 86. Sin embargo, Félix Hernández aseguró que los reportes indicaron que alcanzó 88 MPH.
Seguramente la fuerza aumentará a medida que pases las presentaciones, pero su historial reciente no es muy optimista. Costará ser efectivo durante toda una zafra con esa velocidad, aunque el criollo no luce muy preocupado al respecto.
“No le presto mucha atención a eso”, afirmó Hernández sobre su poca potencia. “Tenía un año sin participar en un encuentro. Creo que llegué a 88 millas por hora. Es algo bueno para ser el primer día después de un año”.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33
Foto: Orioles de Baltimore