Vaya que será interesante seguir cada paso de Francisco Álvarez en su ruta hacia las Grandes Ligas. Todavía faltan algunos años de camino, pero el venezolano es uno de los receptores más intrigantes de cualquier granja en la actualidad, tal como lo demostró el pasado domingo durante la celebración del Juego de Estrellas del Futuro.
Tras entrar como bateador emergente en el sexto episodio, Álvarez sacudió un cuadrangular solitario por el jardín izquierdo del Coors Field. Si bien dicho ese recinto es más que conocido por ser generoso con los bateadores, el bambinazo del prospecto no deja de ser impresionante, en especial cuando se toma en cuenta que apenas tiene 19 años de edad.
Pocas semanas antes de ese choque de luminarias, el oriundo de Guatire recibió el ascenso desde la categoría clase A baja, hacia la fuerte. Después de tan solo 15 compromisos con el St. Lucie, en los que dejó una potente línea ofensiva de .417/.567/.646, el alto mando de los Mets no necesitó de más para subirle un nivel de dificultad al desarrollo de su joya principal.
Con el Brooklyn, el desempeño del careta ha mermado un poco, aunque no tanto como sus números sugieren. En sus 37 desafíos iniciales en esta nueva categoría, Álvarez sacudió para .231/.350/.479. Además, su porcentaje de ponches se ha incrementado en más del doble con respecto al registrado en el nivel previo (de 10.4% a 25%).
Nada de qué preocuparse:
Sin embargo, la contundencia en las conexiones del criollo se ha mantenido alta durante todo este tiempo, lo que parece ser indicativo de que simplemente ha corrido con algo de mala suerte y que su average debería continuar elevándose con el pasar de las jornadas.
Asimismo, un bajón ofensivo reciente es el principal causante del deterioro en sus números globales. Álvarez apenas ha conectado un incogible en sus últimos 32 turnos a lo largo de sus ocho duelos más recientes; pero antes de eso, ligaba para .286/.389/.571 con el Brooklyn.
El mirando también registra ocho dobles, siete vuelacercas, 20 remolcadas, 21 anotadas, otras dos decenas de boletos recibidos y un OPS de .829 puntos en clase A fuerte, nada mal para un pelotero que es cuatro años menor que el promedio en su liga.
A pesar de que su edad sugiere que el venezolano apenas comienza a desarrollarse como jugador, particularmente en una posición tan demandante como la receptoría, la realidad es que Álvarez, quien apenas se estrenó como profesional en 2019 y que no pudo disputar ningún encuentro oficial al año siguiente debido a la cancelación de la temporada de ligas menores por la pandemia, continúa progresando a un ritmo mucho más rápido de lo esperado.
Cuando menos un par de años separan al súper prospecto de estrenarse en la gran carpa, pero cuando finalmente llegue ese momento, Salvador Pérez, Willson Contreras y compañía tendrán en él, Keibert Ruiz y Gabriel Moreno, a candidatos más que dignos de recibir la batuta como los principales rostros de la delegación criolla detrás del plato en el mejor beisbol del mundo.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Brooklyn Cyclones.