Ningún equipo tiene entre sus planes un regreso a las menores para sus principales prospectos o peloteros jóvenes en general; justo por eso, cada organización hace lo posible por no apresurar sus ascensos y así asegurarse de que hayan completado su desarrollo en las filiales. Pero como es bien sabido, las cosas no siempre salen como se escriben en el papel, y los Atléticos lo reafirmaron con Jesús Luzardo este lunes.
El zurdo, que ha sido visto por años como el futuro «as» de la novena californiana, fue enviado a las menores antes del inicio de actividades en la actual semana para los A’s. En su lugar, Oakland compró el contrato del dominicano Domingo Acevedo, quien ha brillado con el triple A Las Vegas este año, tal como lo refleja su efectividad de 2.76 y WHIP de 0.79 en 16.1 entradas de labor.
Por su parte, Luzardo tendrá la oportunidad de recuperar una confianza que parece haberse esfumado este año, situación que lo llevó a registrar un porcentaje de carreras limpias permitidas de 6.87 en 13 presentaciones en las mayores en 2021, seis de ellas como iniciador.
Luego de realizar su media docena de apariciones iniciales como abridor, el criollo tuvo que ser inscrito en la lista de incapacitados por una fractura en uno de los dedos de su mano izquierda, misma que sufrió al golpear una mesa mientras disfrutaba de un videojuego a tan solo horas de subir al ruedo para medirse a los Orioles el pasado primero de mayo.
Retorno con cambio de rol:
Casi un mes después, el exprospecto regresó a los Atléticos, aunque con la finalidad de ahorrarse la tradicional asignación de rehabilitación en las menores y que así contribuyera con el equipo grande lo más pronto posible, el alto mando de Oakland optó por enviarlo al bullpen hasta que recuperara el suficiente kilometraje en su brazo para iniciar duelos nuevamente.
Luzardo, de 23 años de edad, brilló en sus primeras dos salidas como relevista en el actual torneo, trabajando cuatro episodios en blanco, con apenas dos hits permitidos y seis ponches; no obstante, el tren comenzó a descarrillarse desde allí.
En sus siguientes cinco asignaciones, el nacido en Perú, pero de padres venezolanos, fue vapuleado con 11 carreras en tan solo seis innings de trabajo. Luzardo toleró seis cuadrangulares en ese lapso y se convirtió en el primer lanzador en la historia de Oakland en permitir cuando menos un bambinazo en cinco apariciones seguidas como relevista.
Además del mencionado tema de confianza, la joven promesa también deberá encontrar la manera de aplicar sus eléctricos pitcheos de una forma más eficiente en la gran carpa. A pesar de que sus envíos rápidos marcaban más de 97 millas por hora con frecuencia, estaban quedando en zonas de poder para los bateadores contrarios, lo que ocasionó los constantes vuelacercas.
La esperanza de los A’s es que Luzardo pueda realizar algunas aperturas con los Aviators y demostrar lo suficiente como para regresar pronto a un club que tiene serias aspiraciones de repetir como campeones divisionales y de cumplir el objetivo pendiente de avanzar a etapas más profundas de la postemporada en esta oportunidad.
El zurdo sigue siendo parte fundamental del futuro inmediato para los dirigidos por Bob Melvin, que bien pudieran beneficiarse de recuperar a la versión del zurdo que dominó en sus primeros pasos en las Grandes Ligas en 2019.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.