Ni siquiera en su peor temporada como grandeliga hasta los momentos, José Altuve fue ajeno a los encuentros de tres imparables. En la recortada zafra anterior, cuando el camarero de los Astros finalizó con una decepcionante línea ofensiva de .219/.286/.344, aún así se las arregló para sumar un trío de encuentros con la mencionada cantidad de incogibles.
Una clara muestra de que incluso en sus momentos más oscuros, Altuve es una amenaza. Este año, de vuelta a la forma que lo convirtió en el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2017 y en uno de los mejores peloteros de las Grandes Ligas en tiempos recientes, dichas jornadas de tres o más hits no podían faltar.
Antes de la faena de este sábado, el siete veces invitado al Juego de Estrellas contaba con cinco desafíos de tres imparables, aunque todavía ninguno de cuatro. Era solo cuestión de tiempo y en su careo sabatino contra los Marineros el reloj marcó la hora.
Altuve, de 31 años de edad, cerró su juego número 110 del presente torneo con un desempeño explosivo con el madero, al irse de 5-4, con tres anotadas y una remolcada, en lo que terminó como una paliza de Houston con pizarra de 15 carreras por una sobre Seattle.
La mejor regadera de la década:
A pesar de lo común que ha sido para el criollo terminar sus jornadas ofensivas con cuando menos un trío de inatrapables en su línea final a lo largo de su trayectoria, el de esa noche en el Minute Maid Park tuvo un significado muy especial.
El cinco veces Bate de Plata alcanzó los 31 encuentros de cuatro hits en su exitosa carrera de 11 campañas en el mejor beisbol del mundo, la mayor cantidad en las mayores durante los últimos 10 años.
Tras un arranque algo flojo en agosto, Altuve prendió los motores con el inicio de la tercera semana del mes. En sus cinco juegos más recientes, sin contar el choque del sábado, el diminuto segunda base ligaba para .304/.333/.478, con dos dobles, un triple y un OPS de .812 puntos.
Ahora, con estos cuatro cohetes añadidos a su hoja de vida de 2021, el promedio de «Astro Boy» quedó en .278, el tercero más elevado entre los defensores del segundo cojín en el joven circuito. Mientras tanto, su OPS marcaba .839, también el tercero mejor de la liga entre los camareros calificados.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Astros.
