Jóvenes figuras y sus lucrativas extensiones: el caso de Andrés Giménez

En tiempos recientes, tanto como en esta misma temporada, podría decirse que la dinámica para las extensiones de contrato ha ido cambiando. Si bien la estrategia de amarrar a una figura joven, con tan solo algunos juegos en las Grandes Ligas, no es del todo nueva, sí se ha hecho más común para las organizaciones en los últimos años.

Y así tiene más sentido. En lugar de esperar para pagarle a un jugador por lo que ha hecho en el pasado, como ocurrió con los mega contratos que firmaron Albert Pujols y Miguel Cabrera, entre otros, las directivas están optando por identificar al talento diferenciador desde temprano y asegurar su permanencia en el club tan pronto como sea posible, para de esa manera sacarle máximo provecho a sus tiempos mozos, donde los declives suelen ser mucho menos habituales.

Para mencionar el caso más reciente, podemos hablar de lo que hicieron los Marineros con su superestrella Julio Rodríguez. Con solo unos 100 juegos en el máximo escenario, Seattle vio lo suficiente en el patrullero dominicano de 21 años de edad, como para ofrecerle una extensión de contrato multimillonaria que lo mantendrá en la ciudad durante la próxima década y quizás más.

Como toda apuesta, siempre se puede ganar y perder. Si bien jugársela con peloteros jóvenes tiene el «plus» de permitirle a las divisas exprimir los mejores años de sus atletas, también trae el riesgo de la falta de madurez y sus consecuencias, como se ha evidenciado en más de una oportunidad con Fernando Tatis Jr., desde que firmó su pacto con los Padres por 14 años y 340 millones de dólares.

De cualquier forma, los incidentes de Tatis Jr. no deberían desmotivar a otras directivas en premiar a sus jóvenes fenómenos. Y en efecto, no parece ser el caso.

Los Bravos de Atlanta engancharon recientemente al súper prospecto Michael Harris II por los próximos 10 años e hicieron lo propio con Austin Riley hasta 2023. Los Guardianes de Cleveland pactaron con su estelar taponero dominicano, Emmanuel Clase, por cinco temporadas y 20 millones de dólares antes de que iniciara esta campaña, apenas su tercera en la gran carpa y segunda con la escuadra.

Y esos mismos Guardianes tienen entre sus filas a quien podría ser el siguiente joven sensación en firmar una lucrativa extensión de contrato. No se trata de otro que del venezolano Andrés Giménez.

En una posición inmejorable:

Después de un decepcionante estreno con la organización el año pasado, Giménez está en la recta final de una temporada sencillamente fantástica. Tras 125 encuentros disputados hasta la jornada del pasado domingo, su línea ofensiva era de .299/.369/.478, con 23 dobles, 16 jonrones y 62 carreras remolcadas.

Tan solo 14 jugadores en todas las Grandes Ligas registraban un wRC+ superior a los 143 puntos del criollo antes de la faena de este lunes. Si reducimos la lista a solo aquellos que hacen vida en la Liga Americana, Giménez estaba en la novena posición y era segundo entre todos los camareros del beisbol, solo por detrás de su compatriota José Altuve (156).

El fWAR del larense (5.2) era el decimocuarto mejor de las mayores y el cuarto dentro de su liga. Solo Aaron Judge (9.3), Xander Bogaerts (6.0) y José Ramírez (5.4) lo superaban en dicho departamento.

Pero el brillo del otrora prospecto de los Mets de Nueva York está lejos de medirse solo por su contribución ofensiva. Giménez ha sido, sencillamente, uno de los mejores guantes de toda MLB en lo que va de 2022.

Solo Jonathan Schoop (24) registraba más «Outs Por Encima del Promedio» que los 11 del barquisimetano tras la jornada del lunes y sus ocho «Carreras Impedidas» también eran la segunda mayor cifra para los defensores de la posición en lo que va de año.

Giménez es claramente un favorito para llevarse el premio al Guante de Oro en la segunda base de la Liga Americana en la vigente temporada y tampoco sería sorpresivo que pudiera quedarse con el Guante de Platino como el mejor defensor de posición alguna en el circuito durante 2022.

Con tan solo 23 años de edad para ese momento, Giménez alcanzó su primer Juego de Estrellas hace algunas semanas y se presenta como parte del núcleo sobre el que la directiva de Cleveland espera construir el presente y futuro del combinado. Sin duda, suena como alguien a quien es apropiado amarrar de inmediato, en especial cuando los otros dos miembros esenciales de ese núcleo – Clase y Ramírez – ya fueron extendidos.

Lo único que podría jugar en contra de una extensión de contrato para Giménez en los próximos días, semanas o meses, es el hecho de que la organización de Cleveland no ha sido necesariamente propensa a entregar muchas.

A pesar de los casos recientes con la dupla de pilares quisqueyanos, los ejecutivos actuales de los Guardianes son bien conocidos por intentar reducir el costo de la nómina tanto como sea posible. Quizás no algo tan drástico como, por ejemplo, lo que ocurre en Baltimore o en Oakland, pero sí lo suficiente como para estar en el puesto número 27 entre las 30 franquicias de MLB en valor de sus nóminas este año.

Pero sí de pequeñas excepciones se trata, entonces Cleveland debería animarse a hacer una más con Giménez. Como la pieza central en el paquete que recibió el equipo en el cambio con los Mets por Francisco Lindor y Carlos Carrasco, los Guardianes ya apostaron con fuerza por el venezolano anteriormente.

Ahora, que se están viendo las recompensas de esa confianza, es el momento de jugar doble o nada.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía AP.

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